El secuestro de 1658 kilos de cocaína en Empalme Graneros tiene detrás una compleja logística que arrancaría en algún país productor, llegaría hasta Rosario y partiría desde la vía navegable con destino final a Dubai. Pero también tiene detrás doce detenidos, uno principalmente pesado y de un prontuario en la logística narco.

Se trata de José Damián Sofía, alias “El Tano”, quien es determinante en la trama y es un ya abonado a las crónicas y causas narcos en la zona oeste del conurbano. Lo más resonante es que fue procesado por amenazar en 2018 a la jueza Sandra Arroyo Salgado. “Es un mensaje de la familia y de Gustavo Sancho. Esto no da para más. O liberan a todos o a la jueza le va a pasar como a Nisman, y a sus hijas, como a Candela”, dijo en un mensaje en el juzgado. 

Sancho era un narco que le proveía de droga y Sofía aportaba las salidas del país y la recepción en Europa. Por eso el enojo con Arroyo Salgado comenzó cuando la jueza desbarató la organización de Sancho. 

Según La Nación, la mañana de la amenaza, el Tano partió desde la zona oeste del conurbano hacia Rosario con Christian Ariel Quinteros, de 43 años, el Gordo Tita, que hacía las veces de su chofer. En el camino, con un teléfono comprado exclusivamente para eso, se efectuó la llamada.

No termina ahí. Meses después a Quinteros lo torturaron, le cortaron el cuerpo, le dispararon en las rodillas y le extirparon el ojo izquierdo. Luego lo ejecutaron. Más tarde mataron a su mujer. Se presume que fue organizado por Sofía. No se sabe si fue por la amenaza o por los crímenes intimidatorios, pero la jueza Arroyo Salgado acusó estar sometida a “violencia moral” y no siguió investigando a Sancho.