Cuatro rosarinos detrás de millonaria estafa a inversores cripto para un videogame
Buscaron inversores para desarrollar un juego de PC parecido al Pókemon. Para ello, crearon una criptomoneda y embolsaron 2,6 millones de dólares en una plataforma exchange. Vaciaron la cuenta y borraron todo. Para disimular, transfirieron el botín a 15 allegados que ahora también están involucrados. Hay cerca de 6.000 damnificados.
El vasto despliegue policial de este miércoles por la mañana en una decena de domicilios en Rosario dejó a la luz una millonaria estafa en dólares, sobre unos 6.000 damnificados y con cuatro jóvenes rosarinos en el epicentro del fraude que consistió en una falsa oportunidad de inversión en activos digitales.
Además de los 4 amigos que busca el fiscal de Delitos Económicos Mariano Ríos Artacho, hay otras 15 personas allegadas a estos, que están involucradas en el timo porque aquellos les transfirieron el botín a sus respectivas cuentas digitales, una vez que se apropiaron de los dineros de terceros que habían confiado de buena fe como una inversión en criptomonedas. La estafa asciende a 2.600.000 dólares.
El caso llegó a la Justicia desde Ciudad de Buenos Aires, el 30 de diciembre de 2021, cuando un hombre, Gonzalo Martínez, plantó denuncia penal por la desaparición de sus dineros, y dio letra a un juzgado de esa ciudad sobre la dimensión superlativa del desfalco.
Fuentes del Ministerio Público Fiscal (MPA) explicaron: “Se trató de un ardid que utilizó como medio de atracción de inversiones el supuesto desarrollo de un juego de computadora con características similares al conocido juego Pókemon. Crearon una página web (www.beastmasters.io), hoy fuera de servicio, en la que pusieron imágenes de alta calidad del juego que decían desarrollar, con monstruos llamativos y diferentes explicaciones del juego. Incluso generaron un banner para la preventa (presale) de las ‘bestias’ que serían necesarias para jugar”.
“Para entrenar y mejorar estas 'bestias' –continuó la fuente– vendían Tokens No Fungibles (NFT, por sus siglas en inglés). Los NFT son activos digitales únicos que se encuentran encriptados. Se trata de un tipo especial de token criptográfico que representa algo único. Los tokens no fungibles no son, por lo tanto y como indica su nombre, intercambiables de forma idéntica. Esto los diferencia con las criptomonedas, pero en esencia son dos caras de una misma tecnología. Por lo tanto puede pensarse en un NFT como en una obra de arte. Es única y sólo puede adquirirse de quien la posea anteriormente y la ponga en venta”, se detalló.
Cada usuario, entonces, generarían una reserva de valor en la transacción de compra, venta y mejoras de esas ‘bestias’ virtuales. De esta manera, jugando, también generaban una inversión que luego depararía futuras ganancias.
“Así, la inversión tomaba una doble atracción para los interesados: se jugaba por un lado con el factor nostálgico, al presentar un juego de características similares al mítico Pókemon; y por el otro, con la posibilidad de obtener ganancias a partir de las mejoras generadas en las bestias que se adquirieran”, indicó la información que partió del MPA.
Con criptomoneda propia
Para facilitar la interacción de los NFT, la organización desarrolló una criptomoneda a la que llamó $Master. Era un criptoactivoactivo nativo del mundo ‘Beast Masters’, basado en la cadena inteligente de la plataforma exchange Binance. El $Master podía ser adquirido en el mismo juego o mediante “exchanges” autorizados.
En resumen, el ardid tenía dos elementos de atracción de dinero: la inversión en los NFT, y la compra del criptoactivo necesaria para adquirir los NFT.
Los imputados generaron todo desde un domicilio de zona norte, en Maciel al 1000, según el rastreo digital que los investigadores desplegaron. Se llaman Gianluca P., Ramiro S., Manuel B., y Gianfranco S.
Para el 7 de diciembre de 2021, vaciaron todos los fondos recaudados en las billeteras virtuales, y borraron todo rastro de Beast Masters, la web, las cuentas en redes sociales, etc. Fue la denuncia y la colaboración de Binance la que permitió identificar a los autores de la estafa. En total, se apropiaron de USD 2.610.312.
Truco frecuente
Según entendidos en el ámbito de los criptoactivos, esta modalidad se denomina “rug pull” y es frecuente. “Hasta ese momento las estafas de este tipo quedaban impunes por ser muy difíciles de rastrear. Sin embargo, en este caso, utilizaron un exchange centralizado. En los exchanges centralizados los usuarios no tienen control de sus llaves privadas. Al funcionar como intermediarios estas empresas mantienen la custodia de los fondos. Por lo que también tienen información sobre los usuarios, como sus DNIs, dirección de IP, etc”, se explicó.
Cuando los acusados quedaron al descubierto, ofrecieron devolver el dinero invertido, y en parte lo hicieron. Sin embargo, quedaron unos 400.000 dólares sin devolver que ahora sustancian la causa penal.