Claudio Brilloni, el comandante general retirado de Gendarmería, fue nombrado secretario de Prevención y Control en diciembre de 2021 y decían, tanto en el oficialismo como en la oposición más dura, que el cargo le quedaba chico. Luego pasó a ser Secretario de Seguridad, segundo en el ministerio tras la salida de Jorge Bortollozi y ahora volvió a ascender a ministro tras la partida de Rubén Rimoldi. Ahora deberá demostrar toda la probidad, prestigio y conocimiento profundo en la materia que le endilgan. 

Lo primero que dio a entender al ser designado es que los territorios que están ganados por bandas narcos se deben volver a recuperar con “liderazgo policial”, curioso ya que Rimoldi era el perfil que se encargaría de ese ordenamiento vertical. ¿Hubo alguna actitud de repliegue de un sector policial? Esto se suma a las declaraciones del presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, cuando sostuvo que “se ha perdido el control del territorio”.

Brilloni, sin mencionar a nadie, sostuvo que va a apuntar por ese camino, de hecho, ya se movió reemplazando al jefe de la policía Miguel Oliva por Martín García. “Se revierte con liderazgo policial. Confío mucho en el jefe García, que tiene voz de mando y es aceptado por su personal. Consiguió legitimidad por peso propio no sólo por nombramientos”, sostuvo. Esto indica que se apoyará en ese jefe policial aunque sin perder la operatividad y acción que le dieron años de gendarme y también su cargo en la secretaría de Prevención. 

Por allí estará el foco: más policías, más despliegue. “Cumpliendo expresas directivas del gobernador para desplegar toda la actividad operativa y de prevención. Tenemos definidos los puntos críticos así que ya trabajamos en un plan de acción en el territorio por los efectivos. Y colaborar con el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y la justicia federal”, afirmó.