Silvana Teisa lleva en el cuello un colgante con una sigla, UOM, que refiere a su sindicato, la Unión Obrera Metalúrgica. Lo luce con naturalidad y orgullo, de la misma forma que habla de su pertenencia sindical como delegada de Electrolux. El colgante de Teisa es un regalo de uno de sus compañeros de trabajo y lo lleva puesto siempre. También muestra una pulsera, regalo de un amigo, y sus anillos. Uno se lo regaló su mejor amiga, otro lleva el nombre de su hijo grabado dentro de un corazón. Teisa tiene 42 años y fue trabajadora metalúrgica toda su vida. No había podido usar nunca joyas, tampoco el pelo suelto ni las uñas largas, como sí luce a la hora de sentarse a hablar con Rosarioplus.com. La sindicalista cambió a fines de 2021 las fábricas por el Concejo Municipal - ocupando el lugar que dejó vacante el ahora diputado nacional Eduardo Toniolli - y desde ese lugar busca representar a los trabajadores y las trabajadoras. Asegura que su balance es positivo pero aún falta para “mejorar la calidad de vida de los rosarinos y rosarinas”. El transporte y la seguridad, los dos temas fundamentales en su charla con este medio. 

—¿Qué expectativas tenés para este año legislativo? 

—Que se empiecen a trabajar los temas que le importan realmente a los vecinos y vecinas de la ciudad. Hay temas que se fueron poniendo en agenda en el verano y tienen que tener prioridad. Consideramos que el municipio debería empezar a tener como prioridad el transporte público, no notamos que lo haya sido en estos años de gestión del intendente Pablo Javkin. 

—¿Pero sí fue un reclamo de estos últimos años?

—En todos lados vemos que los vecinos y vecinas repiten de manera constante los mismos reclamos sobre el colectivo y que nunca aparecen las soluciones. Sí aparecen las excusas: la emergencia de transporte en medio de una pandemia, la negativa de salir de esa emergencia después y cuando lo hizo definitivamente a fines del año pasado fue anunciando una serie de mejoras. Entre ellas, se anunció la incorporación de unidades que iban a impactar en las frecuencias, que era uno de los mayores reclamos que hacen constantemente los vecinos, y la realidad es que de esas 57 unidades que se anunciaron solamente se incorporaron 15. Eso deja en evidencia que las mejoras no están apareciendo y estamos a pocos días de comenzar el ciclo lectivo en marzo. 

—Y a eso se le suma un aumento de boleto. 

—Sí. A nuestro entender no era el momento apropiado justamente por esto, porque el impacto de esos anuncios todavía no se había evaluado y tampoco se han cumplido en su totalidad. Además está la salida de la línea Q, con lo cual esas 15 unidades que se incorporaron al sistema rápidamente fueron disminuidas con la salida de circulación de esos coches. 

—¿Qué balance haces de tu año de gestión en el Concejo Municipal? 

—Para nosotros fue un desafío muy importante. Estoy orgullosa de haber sido a quien se elija en la Unión Obrera Metalúrgica para representar a los trabajadores y trabajadoras en un lugar distinto. Mi balance es positivo. Siento que aprendí un montón. La expectativa era muchísima y algunas cosas no eran tal cual me las imaginaba, por eso digo que me sirvió muchísimo para crecer y aprender. A la vez siento que falta mucho más, porque si uno lo que quiere cumplir es el objetivo de mejorar la calidad de vida de los rosarinos y rosarinas, entiendo que aún falta mucho por hacer.

—¿Cómo te imaginabas que iba a ser el trabajo en el Concejo y con qué te encontraste? 

— Para mí es inevitable comparar con mi función como sindicalista, ¿no? Nosotros los sindicalistas tenemos una postura de las cosas o de las situaciones y de no hacerse o de no lograrse lo que  se quiere, uno empieza a tomar medidas. Entiendo que el sindicalismo tiene mucho de política y la política también mucho de sindicalismo, pero no era tan fácil como pensaba. Es decir, ya no depende solamente de las medidas que puedas tomar vos como representante, sino que tiene que existir un consenso más amplio entre distintas partes y eso a veces cuesta muchísimo más. Entonces, ya no alcanza con mi postura y firmeza a la hora de tomar una decisión, sino de buscar un consenso que no siempre se logra. En ciertas oportunidades se siente como que lo estás haciendo mal o fracasando, y la realidad es que no, es algo distinto a lo que vos venías haciendo o se lleva adelante de distinta manera. El foco siempre está en el mismo lugar, que es mejorar la situación de los vecinos y vecinas. 

—¿Qué es lo que más te interpeló de tu trabajo como concejala? 

—Desde mi lugar todavía no pude lograr esa sensación de cambiar las cosas por una situación puntual, un expediente o proyecto en particular, sino es que es más amplio. Un representante de los trabajadores en una fábrica sabe que la mayoría de esas personas te pueden llegar a plantear una situación similar y el objetivo es uno. Acá puede haber distintas circunstancias y tenes que ver cómo hacer para que las partes  se sientan en su mayoría beneficiadas. En la última sesión del año pasado sentí una emoción muy grande cuando logramos aprobar la ordenanza de ferias populares. Es una ordenanza que presentó hace seis años Eduardo Toniolli, que perdió estado parlamentario tres veces. Nosotros la presentamos por cuarta vez y salió. Pude sentirme en mi función de representar a los trabajadores, porque eso es lo que son los feriantes. Venían luchando hace seis años para que se los reconozca como tales y lo pudimos lograr. Todo eso tuvo un plus extra y yo me sentí más como en casa. 

—¿Cómo definís tu agenda de trabajo? 

—Cuando nosotros supimos que iba a asumir empezamos a ver de qué comisiones nos podíamos ocupar. La primera que se nos vino a la mente y parecía que nos íbamos a sentir cómodos y con herramientas era justamente en la de Producción. La realidad es que a medida que fueron pasando el tiempo y las experiencias, los recorridos en los barrios y las reuniones con los vecinos y vecinas, eso te va llevando a que vos no hagas lo que pensabas, sino lo que el vecino te está pidiendo. Ahí vimos que el transporte era algo muy importante y por eso también decidimos integrar la comisión de Servicios Públicos, porque es un tema que de manera directa importa e impacta en la vida del trabajador y la trabajadora. 

—¿En qué sentido?

—Un trabajador que no llega a horario a su trabajo, lo puede hacer una vez. Ya dos veces pierde económicamente y hasta puede llegar a perder su puesto de trabajo, porque su patrón entiende que hay una problemática en el transporte, pero la problemática no quiere que se le traslade a él. Vos a tu puesto de trabajo tenés que llegar en tiempo y forma. También teníamos mucho conocimiento porque veníamos trabajando con Toniolli y el Observatorio Social del Transporte y nos sentimos que  ahí podíamos colaborar y mucho. Yo sigo utilizando el transporte público, ya sea colectivo o taxi, entonces no me tienen que venir a decir los vecinos lo que se sientes estar 20, 30 y hasta 40 minutos en una parada porque lo he vivido y sé lo que se siente la inseguridad o llegar tarde a tu trabajo. Yo veo a mis compañeros de fábrica parados en la madrugada esperando un colectivo que no viene nunca  y tienen que optar por otro medio que impacta muchísimo en su bolsillo. Pero bueno, en líneas generales,  dejamos de elegir de qué nos queremos ocupar y nos ocupamos de lo que la ciudadanía demanda. 

—¿Qué pensas que va a demandar la ciudadanía al Concejo este año?

—Si bien la facultades del Concejo están limitadas en cuanto a seguridad entiendo que es algo en lo que nosotros no podemos desviar la mirada. No podemos seguir en esta situación y tampoco podemos sentir que no hay marcha atrás. 

—Este año va a estar marcado también por la agenda electoral, ¿cuál pensas que deberá ser el rol de la política en un año tan complejo? 

—La política tiene que empezar a escuchar. Además de ir a caminar por los barrios en una campaña electoral, tiene que escuchar y trabajar sobre lo que escucha. Me parece que en la agenda va a ser prioritario el tema de la seguridad y después todo lo cotidiano del día a día: el transporte como corresponde, las calles de los barrios en buenas condiciones, la iluminación. Porque todo eso es también prevenir, no se trata sólo de combatir la inseguridad.