El gobernador Maximiliano Pullaro apuró el debate con la docencia y puso fecha para este jueves 4 de enero para empezar a negociar la paritaria. Si bien se tratarán diversos temas, la cuestión salarial centraliza la reunión por la evidente crisis económica e inflacionaria que pone en suspenso el mecanismo de actualización.

El gobierno de Santa Fe citó para las 11 a los representantes de los gremios de maestros de escuelas públicas, técnicas y privadas con la idea de lograr un acuerdo que permita comenzar las clases el 26 de febrero y así garantizar el objetivo de llegar a 192 días de clase en el año.

Los gremios docentes tienen en mente llevar a la mesa la cláusula gatillo que actualice mes a mes los salarios para no perder ante una inflación descarrilada. El secretario general de Amsafe, Rodrigo Alonso, afirmó que es necesario “tener una cláusula de actualización automática mensual”. Sadop va en la misma línea. 

Es decir, no quieren un porcentaje fijo abultado para varios meses que se pague escalonado y, si pierde con la inflación, se compense con la activación de la cláusula gatillo. Lo que quieren es que mes a mes se aumente lo que diga el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec).

Difícil o casi imposible al ver la situación macroeconómica de intensa volatilidad con un piso inflacionario mensual del 28/30 por lo menos para los primeros meses del año. La crisis apenas empieza a asomar, pero la cláusula gatillo supone una carga de posible incumplimiento.

En la provincia no quieren levantar ruido de movida y negociar. En voz baja se escudan en el resto de las provincias, por ejemplo, Córdoba, que ya avisó que no habrá cláusula gatillo. Probablemente se ponga un freno a las actualizaciones salariales que superen los niveles inflacionarios. Otra opción podría ser atar las actualizaciones al nivel de recaudación.