Israel ordenó este viernes la evacuación hacia el sur de "todos los civiles" del norte de la Franja de Gaza, una medida condenada por la ONU y rechazada por Hamas que se estima alcanza a un millón de personas, y que generó que miles de palestinos huyeran de la zona, mientras continúan los bombardeos al enclave y se multiplicaron los ataques israelíes a ciudades fronterizas del sur del Líbano.

"Civiles de la ciudad de Gaza, evacúen hacia el sur su propia seguridad y la de sus familias y aléjense de los terroristas de Hamas que los están utilizando como escudos humanos", señalaron las Fuerzas de Defensa (IDF) de Israel. "En los próximos días, las IDF continuarán operando de forma significativa en la ciudad de Gaza y harán grandes esfuerzos para evitar dañar a los civiles", añadió el Ejército, con mensajes difundidos también en árabe, que dio en principio un plazo de 24 horas, aunque admitió luego que esta evacuación "llevaría tiempo".

Desde el inicio de los enfrentamientos, el sábado último, tras un sangriento ataque de Hamas, alrededor de 1.300 personas murieron en Israel, 258 de ellos soldados, según el Ejército, y otras 1.800 fallecieron del lado de Gaza, entre ellas 583 niños y 351 mujeres, de acuerdo con las autoridades palestinas.

Hamas rechazó inmediatamente la orden. "Nuestro pueblo palestino rechaza la amenaza de los líderes de la ocupación (israelí) y sus llamados a dejar sus casas y huir hacia el sur o Egipto", afirmó la organización islamista en un comunicado.

La ONU, informada momentos antes de la orden israelí de "reubicación" de 1,1 millón de habitantes, urgió a anularla. Una evacuación de este tipo es "imposible sin provocar consecuencias devastadoras", advirtió Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.

Guterres pidió en un comunicado evitar una "catástrofe humanitaria" y dijo que "incluso las guerras tienen reglas", además de advertir que en la Franja de Gaza "el sistema de salud está al borde del desastre", "las morgues están desbordadas" y hay "una crisis del agua".

Mientras, los hospitales de la Franja de Gaza van perdiendo poco a poco su capacidad clínica, advirtió este viernes el Ministerio de Salud gazatí. "Los equipos sanitarios llevan siete días trabajando y no han abandonado sus posiciones a pesar de los ataques y las bajas entre sus filas. Los hospitales están empezando a perder su capacidad clínica, farmacéutica y de combustible, y lo peor está por venir", publicó el ente en sus redes sociales.