El peronismo sigue golpeado por la salida del gobierno, pero sabe que no es tiempo de detenerse en la derrota. La política está convulsionada con Javier Milei en la presidencia y sus modos de atropello pueden dejar mal herido a cualquiera que vuele bajo.

La ley ómnibus va en ese sentido: a todo o nada y el que no acompañe que sea arrollado. En el medio habrá negociación, pero la estrategia madre es esa. El líder de La Libertad Avanza (LLA) decidió reducir cuanto antes la inflación con un fuerte ajuste fiscal de shock y desregulación que, en gran parte, depende del Congreso para modificar leyes impositivas.

En el peronismo ven que el libertario, a los ponchazos, logró un principio de acuerdo y se encamina a que le aprueben la ley. De nuevo: no se sabe qué modificaciones aceptará ceder, pero parece que no habrá una motosierra para su extensa propuesta, para usar conceptos del propio presidente. 

Unión por la Patria se posiciona como opositor sin atenuantes  Aspiran como máximo a frenarle la eliminación de la fórmula de actualización jubilatoria y privatizador de empresas públicas y a lo sumo reducir el período de la delegación de facultades. Igualmente sería una victoria del libertario.

Por eso, el posicionamiento público en los plenarios de comisiones, en los medios y luego en el recinto podría ser una oportunidad para fortalecerse como resistencia y contraste a la oposición que le ayudará con los votos al oficialismo. Es decir, puede haber una estrategia de no quedar pegado, algo que puede traer los frutos a largo plazo si es que no tiene ningún éxito el plan Milei-Sturzenegger y la crisis se agrava.

Así, podrá simular a Ramón Díaz y decir un “Yo no, eh” gigante para despegarse de un mal final y tener crédito. Hay otros espacios opositores que rechazan algunos segmentos de la ley ómnibus, pero le ceden el juego al libertario de imponerse.  

UxP posiblemente no querrá quedar en el medio del río como sucede con la UCR que amagó con empuñar la República y frenar el DNU y la ley ómnibus como garante democrático y parece que acompañará en más puntos de lo que se pensaba al comienzo del debate. Un peronismo "racional" también garantizaría ceirtos aspectos.

Ahora que ya está en el baile, deberá bailar. Es un largo camino el de la resistencia que no termina en breve, y más aún si se aprueba la ley y sale victorioso el Presidente. "El problema no es que si se aprueban el mega DNU y la ley ómnibus va a ser derrotado el peronismo. El que va a ser derrotado es el pueblo argentino", sostuvo el presidente del bloque de diputados de Unión por la Patria (UxP), Germán Martínez.  

El diputado habla de un peronismo con pulso pero que con despegarse no le alcanzará y deberá empezar a hacer ejercicios para sacar nuevamente músculo. Alguien deberá conducir ese proceso y no mantener la ausencia actual. El Camionero Pablo Moyano pasó esta idea al reclamo: “"¿Dónde están Alberto, Cristina, Máximo y Sergio?". Más que signo de pelea interna es de llamamiento.