Delante de los ojos de los argentinos pero sin ser descubierto aún, Javier Milei empezó con su mayor propósito de la vida: dolarizar la Argentina. De a poco, de manera solapada y con la zanahoria en otro lugar, el Presidente empieza a mover fichas en el sentido de la dolarización.

“Este gobierno ya ha comenzado la dolarización y nada sería tan grave como eso”, disparó, de la nada, el exministro de Economía de Alberto Fernández hasta su renuncia en julio de 2022 en una entrevista radial.

El economista explica que, sin un anuncio de un plan concreto, hay señales inequívocas que están sentado las bases para un proceso semejante. Da como ejemplo el bono en dólares del Banco Central para importadores que tienen deudas. Según explica es básicamente un conjunto de operaciones para convertir las Leliqs y pases en dólares. Baja el pasivo en pesos y sube el pasivo en dólares.

X de Facundo Borrego

“Si se quiere cerrar el Banco Central, como prometió, debería hacer lo que está haciendo ahora. Por primera vez tenemos deuda del Banco Central nominada en dólares. Es totalmente novedoso. ¿Qué pasa si el Central no tiene los dólares para pagar esa deuda?”, se preguntó y luego agregó: “No hay un país en el mundo que le haya ido bien dolarizando, ni siquiera hay países serios que dolarizaron. Es abandonar el camino al desarrollo. Hay que reconstruir la confianza en nuestra moneda, no dolarizar”. 

Lo cierto es que en un contexto en que no baje la inflación, la tentación de dolarizar va a subir. Siguiendo esta dinámica, con las devaluaciones y con el paso del tiempo de licuación de precios y salarios, lo más probable es el umbral de la dolarización. Hasta podría decirse que cuanta más crisis haya, más depreciación del peso y confianza en él, la campaña para el dólar estará más influida. 

A medidos de diciembre, el ministro de Economía, Luis Toto Caputo afirmó que “el objetivo sigue siendo llegar a una dolarización”. Utilizó la palabra "llegar", es decir, que es un proceso que de a poco irá poniendo sus piedras para los cimientos. Lo que contó Guzmán del Banco Central es una de ellas.

Pero en el DNU hay algunas señales que también van en el sentido dolarizador. Por ejemplo, en la ley de inquilinos se permite la "libre" elección de moneda –libre para el locador, claro–. En la reforma del Código Civil y Comercial del polémico DNU 70/2023 se establece “para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada”.

Toma otro significado la insistencia casi atropellada para aprobar lo antes posible la ley ómnibus y sobre todo que la Justicia no le frene el DNU mencionado. Una de las bases para dolarizar quedaría renga. La pregunta que será recurrente y que tendrá encima la lupa ya se siente recurrente: ¿No será que el Presidente está preparando la dolarización de la economía y mientras distrae con otras cosas? A afinar el ojo y observar.