Las fiestas de fin de año se acercan y pareciera que todos quieren celebrar. Terminada la pandemia que restringió los encuentros, este será el primer año donde no habrá ninguna restricción. Oscar Militello, vocero de la Cámara de Salones de Fiestas de la provincia de Santa Fe, dijo a Rosarioplus.com que existe un 90% de ocupación y celebró el buen momento que atraviesan estas empresas. 

“Desde septiembre estamos en temporada alta en nuestra actividad, ahora trabajando mucho con las despedidas de año de las empresas a lo que se le suma los cumpleaños de 15 y casamientos, pero lo principal es este sector”, dijo el representante.

En momentos donde la inflación es uno de los problemas que afecta en mayor medida a la población, organizar una fiesta tiene altos costos que a veces a muchas familias les cuesta afrontar. Sin embargo, Militello adujo que los valores “dependen del salón y la fiesta que se pretenda hacer” y dijo que el promedio de una tarjeta económica ronda los 7 mil pesos lo que obliga a acortar posibles financiaciones para quienes contraten. “A diferencia de años anteriores y con una inflación de casi un 100% los precios subieron muchísimo”, lamentó.  

Más allá de esto las ganas de festejar parecen no aplacarse con la situación económica, tal como sucede en los restaurantes y bares con llenos totales, la fiebre también llegó a los salones de fiesta que están trabajando a pleno.  Vale decir que en la pandemia se achicó la oferta de estos establecimientos, de los cuales bajaron sus persianas un 30% que ya normalizada la situación no volvieron a abrir.

La teoría de Militello es que la alta demanda algo de relación tiene con este recambio en el sector, además que la imposibilidad de festejar, sobre todo de parte de las empresas, hizo que esta vez sea una actividad que todos quisieran hacer. “Hoy tenemos una alta demanda, estamos trabajando de lunes a lunes”, celebró.  

“Tras años difíciles volvimos a la normalidad con los bailes en pista, ya sin necesidad de usar barbijos  y por supuesto manteniendo como una buena costumbre la sanidad y la limpieza, como tener alcohol en gel en baños y mesas”, explicó.

Rodrigo Casagrande, reconocido chef y organizador de eventos de la ciudad, coincidió con la evaluación que hacen desde la Cámara y dijo que las empresas van de punta con los agasajos. Una característica es que las fiestas que antes eran simples, incluso hechas al mediodía, ahora pasaron a ser grandes eventos de noche con números artísticos traídos desde Buenos Aires.

“Hay movimiento y muchas consultas, la empresas están queriendo levantar su perfil ya que en la pandemia, quienes se animaron, hicieron cosas muy simples o directamente les mandaban un regalo a sus empleados, ya no es más solo un asado, tienen otro vuelo”, reveló.

“En mi caso el servicio es más personalizado motivo por el cual mantengo mi estructura, si es cierto que tenemos mucho trabajo que no viene mal después de dos años casi sin actividad. Tratamos de tomar compromisos hasta donde podemos, diría que eso de trabajar de lunes a lunes es cierto, tenemos la agenda completa”, aseveró.

En cuanto a otro tipo de festejos más familiares, el referente remarcó que está es época de empresas, aunque no faltan los cumpleaños y bodas.  Al hablar de precios explicó que no hay parámetros en su caso porque a diferencia de los salones los catering suelen ser a medida y necesidad de cada cliente. “Hoy por ejemplo sacamos un evento informal para una empresa, donde solo pusimos tablones para entregar algo de comer y tomar, pero hay muchas alternativas desde cosas simples a muy costosas”.      

Respecto a la inflación señaló que si alguien paga una fiesta adelantada no hay problemas que se trabaja con una estrategia para después poder cumplir con el contrato acordado. Para que ello suceda se estoquea mercaderías y se trata de fijar acuerdos con proveedores. “Es tremendo lo que sucede, todos los días vienen listas de precios nuevas, hay artículos que aumentaron en comparación con el año pasado un 150%, una verdadera locura”, apuntó en el final.