Las ventas por el Día del Padre cayeron 6,4%, en la comparación interanual, contra una temporada pasada que ya había tenido una retracción del 3,6%. En promedio, el gasto de los argentinos fue de $680.

"Hubo poco movimiento en la calle para esta ocasión. Incidió el mundial de fútbol, no sólo el partido de la Argentina sino también el resto de los programas del día. Tampoco el frío y la situación económica del país fueron buenos aliados", comentarion desde la la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).

Según la entidad, la celebración "es una fecha que comercialmente viene perdiendo peso en los últimos años", ya que "se prioriza más el encuentro con la familia que el regalo en sí".

Algunos negocios alentaron el consumo con buenas promociones y descuentos, pero menos abundantes que otros años porque "la rentabilidad viene muy golpeada". La gente se orientó a productos económicos y los comercios lanzaron descuentos de hasta 40% por pagos en efectivo.

Las familias priorizaron poder comprar en cuotas sin interés y no en todos lados se podían conseguir esas condiciones de financiamiento. Por eso las operaciones en una cuota o en efectivo fue por montos moderados.

"Hubo muchas tarjetas con los límites cargados. Se dividieron pagos en dos o tres plásticos y también sumando efectivo. Se notó en el mercado la falta de poder adquisitivo y la incertidumbre sobre el rumbo económico", alertaron desde Came.

Este año sólo el 23,7% de los comercios consultados finalizó la fecha en alza frente al 2017. El 58,8% terminó en baja y el 17,5% sin cambios.

Los rubros de mejor performance fueron “Perfumerías”, que se mantuvo sin cambios frente al año pasado y “Gastronomía y Restaurantes”, donde las ventas declinaron sólo 0,2% frente al Día del Padre anterior.

El ticket promedio se ubicó en $680, un 19,2% por encima del 2017, pero la inflación anual fue superior, lo que muestra el cuidado del consumo.