La causa judicial por la contaminación de la Petroquímica Bermúdez dará la próxima semana un importante paso, con la audiencia imputativa a la que están citados el empresario Sergio Taselli, propietario de la firma, y el ex fiscal Patricio Serjal. Cabe recordar que la fábrica cerró en 2013 y unos mil garrafones con una tonelada de material químico cada uno fueron vaciados en los años siguientes, con el consecuente daño ambiental en la región. La firma elaboraba gas cloro, hipoclorito e hidróxido de sodio. La inhalación del cloro afecta las vías respiratorias y puede producir la muerte en algunas personas sobre expuestas a ese producto químico. 

Además de Taselli, también serán imputados este lunes su hijo Máximo y su yerno Matías Gallego. La audiencia se realizará este lunes a las 10 en sede judicial de San Lorenzo, informó a Rosario Plus una fuente de la ONG Taller Ecologista.

En 2015 se abrió una investigación que fue sumando pericias del Ministerio de Medio Ambiente provincial y de la Municipalidad de Capitán Bermúdez. Pero en 2019 la causa se archivó a instancias del entonces titular de la Fiscalía Regional Rosario, Patricio Serjal, que hace ocho meses está detenido por haberse comprobado su connivencia con un capitalista del juego clandestino, también preso e imputado. La sospecha de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra es que en este tema también hubo un cobro de sobornos de parte del empresario para con el funcionario judicial para conseguir interrumpir la acción penal contra la empresa. 

A fines del mes pasado, el juez de Cámara Daniel Fernando Acosta había aceptado reabrir la causa, tal como pidieron Edery y Schiappa Pietra. Allí, el magistrado había establecido: “Los niveles de contaminación existentes son patéticos y flagelantes. Y una vez determinado un riesgo ambiental, debe decirse que cuando hay un daño, son delitos prácticamente contra la humanidad. No sólo la decisión es equivocada y alejada a las normas de derecho, sino que expone a la Argentina a un juicio internacional”.

La ex Electroclor no es la única fábrica cerrada que tiene Sergio Taselli, que compró numerosas empresas al borde de la quiebra a fines de los años '90, para hacer negocios con su desguace. Entre ellas, el frigorífico Santa Elena en la provincia de Entre Ríos. En el caso de la Petroquímica, el Taller Ecologista denunció que se vaciaron garrafones de contenido tóxico ya sin uso, para llevar esos envases a fundir a los Altos Hornos Zapla en Jujuy, también propiedad del polémico Taselli. El empresario también es uno de los procesados en la llamada "Causa de los cuadernos", por haber sido concesionario de líneas ferroviarias.