Mientras las aguas de la selección argentina están más inquietas que nunca por la caída en la final de la Copa América Centenario y la renuncia de su máxima estrella Lionel Messi, este miércoles se cumplen 30 años de la conquista del Mundial de México 86. El 30 de junio de ese año, el equipo que dirigía Carlos Bilardo le ganó 3 a 2 a Alemania Federal y alcanzó la gloria. Jorge Luis Burruchaga fue el autor de ese último gol en el Azteca del Distrito Federal, el gol que le dio a la Argentina la última alegría de las grandes. El ex futbolista recordó aquella epopeya como “el mayor logro” de su carrera. Y reveló el secreto que lo ayudó a convertir aquella conquista.

"En la jugada vi que (Karlheinz) Förster quedó enganchado y metí la diagonal. (Diego) Maradona me dio el mejor pase de mi carrera, cómo solo él podía darlo, y saqué fuerzas de donde no tenía para correr esos metros y definir cruzado al palo derecho”, recordó Burruchaga y confesó que “me ayudó muchísimo el buzo amarillo de (el arquero Harald) Schumacher para saber dónde estaba el arco". "Ese color llamativo de la camiseta de él y que saliera con los pies para adelante fueron claves para marcar el gol más importante de mi carrera", reiteró el ex volante entrerriano.

"Llegué con lo último que tenía y nunca me di cuenta que me seguía un defensor de atrás. Es que en ese momento estaba preocupado por cómo picaba la pelota, ya que la cancha tenía muchos pozos, entonces le hacía un toque y miraba el piso, volvía a tocarla y lo mismo. Cuando me di cuenta que pisé el área, pensé en picarla pero me salió por abajo y entró", precisó con una memoria notable el ex mediocampista de 53 años surgido de las divisiones inferiores de Arsenal de Sarandí pero que se ganó la titularidad en el equipo de Carlos Bilardo por brillar en Independiente.

Burruchaga, que en el seleccionado convirtió 13 tantos en 59 partidos, detalló: "A mí me tocó vivir el año anterior al Mundial desde Francia, porque me había comprado Nantes, que me estaba siguiendo desde hacía varias temporadas. Recuerdo que cuando le dije a (Carlos) Bilardo, que había decidido irme al exterior, me dio la peor respuesta que podía esperar: 'Mirá que si te vas allá y no jugás, conmigo te quedás afuera'. Sin embargo emigré, aunque igual fue duro. Es que fue el proceso más castigado en la historia del seleccionado". "Por todo eso jugamos el mundial con una alta carga emotiva. Además nunca tomé la real dimensión que tenía un gol en ese instante. Y la verdad es que eso fue clave para hacerlo. Sólo quería meterla, sin darme cuenta de lo que vendría después", apuntó entre risas.

Burruchaga, quien terminó su carrera en Independiente, luego de un breve paso por Valenciennes de Francia, habló sobre el momento del festejo junto a sus compañeros, en un momento caliente de una final durísima, ya que Argentina se quedó con el triunfo después de desperdiciar una ventaja de dos goles. "Volví hablando y llorando con (Jorge) Valdano, pero nos prometimos que no se nos iba a escapar la victoria. Además me acordé de mi papá (murió cuando cumplió 12 años) que no quería que jugase al fútbol porque tenía que trabajar ya que a veces no teníamos para comer", confesó con lágrimas en sus ojos. "Nací en una familia de laburantes, en la que nos faltaba de todo. Entonces en ese momento fue como decirle 'viejo, viste que podía', y lo logré. Pero con mucha emoción", describió.

"Burru", quien además se consagró subcampeón con Argentina en el Mundial de Italia '90 -tras caer ante Alemania con un polémico penal por 1-0-, consideró que hizo "un tremendo partido", recordó el enojo de (Carlos) Bilardo por las conquistas de Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler y destacó "al grupo" para quedarse con un mundial de manera notable. "Jugamos en un gran nivel de principio a fin, pese a que nadie creía en nosotros. Y llegamos a la final con un empuje anímico increíble, nos sentíamos unos leones, quedamos dos goles arriba (tantos de José Luis Brown y Valdano) y cometimos el error de relajarnos. (Carlos) Bilardo nos quería matar a todos. Por suerte reaccionamos, (Diego) Maradona me dio un pase fantástico y convertí el gol más importante de mi carrera", enumeró.

"Sinceramente no nos dábamos cuenta de lo que estábamos por conquistar. Llegó un telegrama de (Raúl, el presidente de la Nación) Alfonsín felicitándonos, pero lo vivíamos de manera inconsciente. El mejor ejemplo de todo esto fueron las notas de (Julio) Olarticoechea haciendo de periodista. Nos hacía un par de preguntas en joda y nosotros le contestábamos. Está todo grabado", apuntó entre risas. "La inconsciencia del grupo se convirtió en un bastión clave para ganarle a Alemania en la final. Y también fue importante el corazón de un grupo de ganadores. Nadie nos regaló nada. Y le dimos una alegría inmensa a la gente", finalizó.