Con la idea de la Superliga impulsada por Florentino Pérez ya enterrada, este martes se confirmó que la Champions League contará con cambios que serán determinantes en la historia del deporte y de la competición.

Como no podía ser de otra manera, lo económico es determinante: se calcula una distribución de 4.000 millones de euros por temporada, un 40% más que ahora. Lo que la prensa da por seguro es que se ampliarán los equipos participantes de 32 a 36.

El sistema de grupos, en un principio, se basará en el formato suizo. Cada equipo jugará ocho partidos en lugar de los seis actuales. Sin posibilidad de repetir rivales: serán cuatro de local y cuatro de visitante. Al principio, el plan de la UEFA era de diez partidos, con cinco y cinco. Pero eso quedó de lado porque interfería en los torneos locales.

El sistema de definición tendría una fuerte modificación: se jugará un final four en una sola sede. Esto significa que las semifinales serán a partido único, y en esa misma semana se jugará la final tradicional de un partido. Aunque esto es lo que todavía no fue oficializado. 

Los ocho primeros de esa única tabla de posiciones se clasificarían a octavos de final. Los 16 que terminen entre los puestos noveno y 24 jugarían playoffs para definir los otro ocho en la llave.

Además, para definir los 36 equipos habrá dos cupos para clubes de cuyas ligas hayan tenido el mejor ranking UEFA en la temporada anterior. Así, por ejemplo, Inglaterra y España, que suelen ser de las más potentes, tendrán muchas opciones de contar con cinco representantes en la Champions.