Durante la madrugada del lunes y casi llegando el amanecer el agua caída empezó poco a poco a copar las calles de la ciudad. Las intensas precipitaciones y la imposibilidad de los desagües tapados en ocasiones por basura, fueron una fórmula letal.

Vecinos comenzaron a enviar mensajes al contacto de Radio Casilda que por favor los automóviles circulen más despacio, no solo para proteger a los peatones sino también para impedir que el agua llegue a las veredas o al ingreso de las viviendas.

Una vez más se hizo imposible el tránsito con normalidad y aunque los casi 43 milímetros caídos en el día de la fecha lo hicieron de manera grotesca y contuendente, siempre tenemos el mismo problema. Las calles son un río y eso es un inconveniente para todos.

Ahora bien, cuando el líquido drena, cuando la consecuencia física de una tormenta se va, quedan los residuos. Esos que muchas veces no vemos, pero que están. El caudal lleva todo para un mismo lado y es por eso que relfejamos en la foto lo que pasa -foto 1-. 

Si bien sos escasas las soluciones que se pueden buscar a corto plazo una posibilidad es que quienes desean desechar algo, la vía pública no es el lugar adecuado. Lo cierto, es que una vez másCasilda se transformó en la Venecia santafesina.