A pesar de que todavía no se empezó a pagar el aumento de 34 por ciento en dos veces en la boleta de la EPE que acaba de autorizar el gobierno provincial, ya hay otro aumento pidiendo pista. En este caso lo promueve Nación: en febrero el Ministerio de Energía formalizará el ajuste de precio del mercado mayorista. Según la hipótesis con la que trabajan estos días los técnicos del sector energético argentino, ese incremento estará en el orden del 75 al 100%. Entre las fuentes consultadas, el Sindicato de Luz y Fuerza Rosario reconoció que maneja información en ese sentido. En tanto, desde la empresa rechazaron referirse a trascendidos y esperan el pronunciamiento formal del Ministerio de Energía nacional.

Con el tarifazo del año pasado, la EPE pasó a comprar la energía mayorista de enero a febrero con aumentos de entre 300 y 748% según el tipo de consumo. A los usuarios residenciales le significó subas en la boleta de entre 40 y 58%; a los comerciales de 33 a 48%, industriales de menos de 300 KW entre 56 y 103% y mayor que eso de 105 a 479%.  

Aumento por dos

Antes de seguir, para entender de dónde vienen los aumentos es necesario saber que la tarifa eléctrica se forma con tres componentes: costo de la energía (mayorista), Valor Agregado de Distribución (EPE) e impuestos.

La suba que acaba de autorizar la Secretaría de Energía de la provincia obedece al segundo ítem, directamente vinculado a la labor de la EPE, que es distribuir la energía que compra en el mercado mayorista y mantener y ampliar las redes.

El que autorizará la Nación en febrero refiere al primer componente. Simple: la EPE y el resto de las distribuidoras provinciales pagarán, si se cumplen las proyecciones extraoficiales, entre 75 y 100% por la electricidad que le compran a Cammesa, la operadora mayorista del mercado eléctrico.

Aumento santafesino

La resolución 109 de la Secretaría de Energía de la provincia, del 20 de diciembre pasado, habrá una suba del 15% a partir del 1º de enero y 19,1 desde el 1º de marzo. Eso sólo es para cubrir mayores costos operativos por inflación y tipo de cambio, ya que buena parte de insumos y repuestos se mueven con la moneda extranjera.

En paralelo, el gobierno nacional está empeñado en cortar subsidios a la generación y transporte de energía. Una parte hizo el año pasado, aunque no en la medida que pretendía.

Según el Ministerio de Energía, producir un megavatio cuesta 1.100 pesos y el cliente residencial lo está pagando 320 y los grandes usuarios 771. Los números del ministro Aranguren dan la pauta de todo lo que quieren aumentar la tarifa entre 2017 y 2019 si efectivamente cumpliesen el objetivo de eliminar subsidios.

En ese contexto es que el mercado eléctrico baraja entre 75 y 100% de aumento en el precio de la electricidad mayorista para febrero próximo.

Hugo Ceré, vocero de la EPE, se mostró cauto. “Cuando se conozca la resolución, se estudiará el impacto y qué se hace con ello”, e insiste en que “la empresa no interviene ni gana nada” en el precio mayorista.

¿Qué hará Santa Fe? Es temprano para saberlo, pero no puede ignorarse que desde hace años es política de Estado que la EPE funcione con ingresos propios y sin subsidio del Tesoro provincial, a diferencia de Assa, que en 2016 necesitó unos 600 millones extra. El único aporte previsto para la EPE son 60 millones por el Plan Energía Segura para asentamientos precarios.

Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza Rosario, ve “muy negativo” el retiro de subsidios nacionales. “La política de subsidios promovía diferentes actividades y mayor calidad de vida a la gente por acceso a la energía y por más trabajo. Lo que el gobierno llama sinceramiento de tarifas es trasladar a los sectores de empleo y vulnerables el ajuste fiscal”.

“El ajuste afecta la recaudación de la empresa por dos motivos. Retrae el consumo y aumenta el hurto. Lo notamos el año pasado con el tarifazo del gas, porque es fácil engancharse a la luz, pero no al gas”, opinó el dirigente, quien dijo que este panorama es muy evidente en la Cooperativa Eléctrica de Villa Gobernador Gálvez, ciudad con una realidad social difícil.

Botto aclara que el gremio está a favor del subsidio al costo mayorista de la electricidad, pero no el doble subsidio como hizo el anterior gobierno. Citó los casos de Edenor y Edesur, a las que Nación también les subsidiaba el Valor Agregado de Distribución. “Como les permitía aumentar, las compensaba económicamente y con obras. Por eso tanta diferencia entre tarifas de Buenos Aires y las provincias”.

En la reciente audiencia pública, la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza defendió el 34% desdoblado que promovió la EPE. Argumentó que el servicio tiene que tener un “precio equilibrado” basado en tres aspectos: calidad, plan de renovación de activos y uso eficiente de la energía.

Según Botto, Santa Fe no tiene las tarifas más caras del país como suele repetirse y “es probablemente la que más haya invertido en infraestructura en los últimos años”.

Si bien es claro que hay muchos menos problemas de servicio en general, el tema tarifario no convence a industriales y comerciantes que en las audiencias públicas no consideraron justificado el último incremento.

Los números de la EPE

El presupuesto en 2017 es de 16.078 millones de pesos, incluidos 2.468 millones que le reportará el aumento de 34% desdoblado en enero y marzo. Allí están contemplados 1.779 millones a bienes de capital, de los cuales 1.200 millones son obras de infraestructura. Este año, a pesar del tarifazo nacional consiguió ejecutar unos 700 millones en obras, casi la totalidad de lo proyectado.

Según el presupuesto provincial, la empresa prevé erogar 5.670 millones anuales para comprar electricidad en el mercado mayorista. Cuando Nación aplique en febrero su aumento, la EPE deberá ingeniárselas para producir más recursos.

En qué gasta su presupuesto la EPE: