Protagonizada por Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna, la película Inseparables viene cosechando desde su reciente estreno éxito de crítica y también de público. Se trata de una remake de la comedia dramática francesa Intouchables, la más vista en la historia del país galo, que llegó al país bautizada Amigos intocables.

Así como se plantea que el libro siempre es mejor que la peli, también se dice que las remakes nunca le llegan a los talones a los films que emulan. Sin embargo, otro parece ser el panorama en lo que respecta a Inseparables. "Cuando la copia es mejor que el original", tituló el crítico Horacio Bernades, del diario Página 12, 

"Por una vez la remake es mejor que el original", remarca en su artículo Bernades, respecto del film del realizador Marcos Carnevale. "Mucho no se requería, se podrá argumentar: Amigos inseparables chorreaba melaza, fórmulas, clichés y golpes bajos", sostiene. "Más allá de alguna trampita dramática y el fantasma de la tipificación, Inseparables es una dignísima película dirigida a público masivo, que tiende a superar sus propias debilidades", refuerza.

Inseparables "es una fábula de amistad interclasista entre un hipermillonario tetrapléjico y su nuevo asistente”, resume el periodista. En los roles protagónicos, se destacan dos actores locales de larga trayectoria y mérito: Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna. La historia cuenta cómo el muchacho logra su trabajo, aun cuando no es mejor que los demás. Y retrata cómo entre dos personajes diferentes nace una amistad verdadera, todo entre escenas cómicas y también entrañables.

"Rodrigo de la Serna no desaprovecha ni una sola escena de un personaje servido para su lucimiento de una punta a otra, incluyendo desubicaciones varias en el mundo high class, puteadas de cancha en el Teatro Colón, intentos de levante a diestra y siniestra y la referida escena cumbiera, a la que el actor que fue San Martín le saca todo el jugo", plantea Bernades, quien también alaba a Oscar Martínez: "No sólo está excelente sino que su (necesariamente) contenido, pero crecientemente pícaro Felipe, representa el contrapeso justo con respecto al desbordado Tito".