Malos salarios, cansancio, multiempleo y maltrato laboral forman parte del amargo cóctel que padecen hoy los profesionales de la salud. En este esquema, el éxodo de médicos que prefieren otros destinos para ejercer su trabajo se hace cada vez más frecuente. Los jóvenes son los predilectos a esta opción que se volvió charla común entre los grupos de flamantes galenos.

Tras 12 años de estudios, muchos terminan su formación y residencia y no encuentran una proyección de crecimiento profesional y económico en el país. Tampoco se vislumbra una reforma integral del sistema de salud, que convierte en rehén tanto a profesionales como pacientes.

Mientras tanto Europa ejerce una fuerte demanda de personal de salud, situación que creció notablemente tras la pandemia. Allí las condiciones laborales son más estables, los salarios, comparados con los argentinos, mucho mejores, además de un marco legal más claro, aunque lograr tramitar las revalidaciones de especialidades ya en el viejo continente lleva su tiempo y no es algo que se logre rápidamente.  

Hospital Universitario Valle de Hebrón de Barcelona.

España es el destino europeo más elegido por los médicos argentinos que emigran. La misma lengua es uno de los atractivos, así como los convenios entre ambos países que permiten la homologación del título sin necesidad de dar un examen, tan solo con un trámite que se puede comenzar desde Argentina. Sin embargo, esta certificación solo permite el trabajo en los espacios de guardias, lo cual es menospreciado por los galenos españoles.

De acuerdo a la estadística del Colegio de Médicos, segunda circunscripción de la provincia de Santa Fe (CMPSF), desde 2019 se cuadruplicó la cantidad de médicos que deciden dar de baja su matrícula con el fin de emigrar a Europa, con preferencias por España. Se trata en su mayoría de profesionales jóvenes que buscan otras experiencias, pero que a la vez no ven perspectivas de futuro en el país.

En un informe elaborado por la institución se sostiene que en 2019 37 personas pidieron dar de baja sus matrículas, en 2020 fueron 56, en 2021 76 y 120 en 2022, además en lo que va de este año ya son 37 los galenos que solicitaron este trámite lo que indica que el requerimiento será aún mayor que en 2022. A este conteo se suma el pedido de certificados de ética para poder hacer las convalidaciones en otros países que en los últimos seis meses se elaboraron 243 pedidos.

Colegio de Mèdicos de la provincia de Santa Fe.

En diálogo con Rosarioplus.com, el cirujano venadense y vicepresidente del CMPSF Juan “Nito” Segarra dijo que hay una realidad latente y que los médicos “buscan emigrar”, situación que se “refleja claramente” en los números del Colegio. “Nosotros tenemos una comunidad de 14.000 matriculados y hemos visto en los últimos tiempos cómo muchos deciden cancelar sus matrículas, si bien esto sucede desde antes, fue en los últimos cuatro años cuando más se notó. Además, los certificados de ética también han crecido, evidentemente esto denota nuevos horizontes. Es silencioso y de goteo el éxodo, se van incluso muchas veces a trabajar sin poder ejercer la especialidad que eligieron”, narró.

En ese sentido Segarra valoró el buen nivel que tienen las universidades públicas argentinas que forman grandes profesionales que son requeridos en todas partes del mundo por sus habilidades. En el caso de la medicina, muchos que emigraron forman parte de equipos médicos destacados, incluso con premios y condecoraciones internacionales.   “Las crisis en Argentina suceden habitualmente y esto que sucede hoy con los médicos jóvenes ya lo vimos en reiteradas oportunidades. Yo en Venado Tuerto soy parte de un sistema formador en cirugía y veo que mucha de la gente que se forma conmigo después intenta irse”.

Y si bien la parte económica tiene mucho que ver, también es generacional, los médicos nuevos buscan otras alternativas. Incluso, contó Segarra, las residencias ya no resultan seductoras para los flamantes galenos y muchas de las plazas ofertadas “quedan desiertas”. Sobre eso evidenció un dato que refleja la situación y dijo que en los cursos de pre residencia, muy solicitados por los aspirantes, cada vez son menos los inscriptos. “Hubo épocas donde teníamos 400 anotados y más de 700 postulantes para las residencias. El último año no llegaron a 200 y ahora debe haber inscriptos 100 y por la baja demanda parece que será virtual”, señaló con preocupación el dirigente médico.

Como dato argumentativo a esta situación, en 2021 se triplicó la cantidad de argentinos que ingresaron a España, en comparación con años anteriores, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas de España. Este número no incluye a aquellos que migran con pasaporte comunitario. En Argentina no existen datos oficiales que distingan a los que salieron por turismo de los que se venían por empleo, recién a partir de 2020, la Dirección Nacional de Migraciones (DNA) instituyó un sistema de declaraciones juradas de ingresos y egresos en el que se debe indicar la razón de salida. Este registro, que sólo abarca el período 2020-2021 informa que 50.000 argentinos declararon irse por mudanza.

Los que quieren irse y los que ya se fueron       

Marcelo Daniel Rodríguez (38) nació en la ciudad de Santa Fe y siempre supo que quería ser médico. Se graduó en Instituto Universitario Italiano de Rosario (IUNIR) en 2007 y terminó su residencia en ginecología en 2012. Por decisión de su pareja, que también es médica, hija de argentinos residentes en Francia, es que llegó en julio de 2020 en plena pandemia a la ciudad de Barcelona para trabajar como ginecólogo y obstetra, dejando una carrera prestigiosa en Argentina que incluía trabajo de docente y un consultorio cargado de pacientes.

Sin embargo, todo eso no alcanzó para que decidiera hacer un giro de 360 grados en su vida. Marcelo llegó a la ciudad de Antoni Gaudí con un diálogo abierto de posibilidad de trabajo con quien hoy es su jefe. “Me adapté fácilmente, pero es mi experiencia personal no es algo general, cada uno tiene sus sentimientos. Yo en Argentina ya había hecho un camino, sobre todo en Rosario". 

"No puedo negar que al principio me costó dejar de tener una sensación de sentirme más útil porque en Argentina es más personal el trabajo con los pacientes, todos tienen tu teléfono y te llaman a cualquier horario. En España la distancia se marca más y los horarios que estoy disponible son los de mi consultorio o cuando estoy de guardia, duermo todas las noches en mi casa”, explicó Marcelo y dijo que cuenta con otras condiciones, con un contrato de trabajo, contrario a Argentina donde era monotributista.

Marcelo Daniel Rodríguez en su consultorio de Barcelona.

Otro es el caso de Ramiro Duré quien estudió medicina y se graduó en 2018 en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). El joven de 28 años nació en la ciudad de Paraná y al finalizar su  residencia en cirugía general en el Hospital de Venado Tuerto su deseo es continuar con su carrera en España. Se especializa en cirugía plástica y tiene todo resuelto para volar a Madrid el 23 de mayo. En primera medida, en un régimen de rotación de tres meses que luego le permita instalarse en la península ibérica.

“Mi idea es quedarme, pero no tengo pasaporte comunitario. En el caso de lo que voy a hacer dura tres meses, después para aplicar a una visa laboral, el contrato tiene que ser de seis meses a un año. El hospital donde voy se llama 12 de Octubre. Esto de irme no es algo que venía premeditando, me surgió la idea en este último tiempo”, contó.

Dijo que tiene muchos compañeros que están tomando esta decisión, pero que en el caso de los recién recibidos no es tan sencillo hacerse de un empleo. Si bien se consigue, muchos médicos jóvenes deben transitar caminos de espera para lograr cumplir con todos los requisitos. “Ahora es mucho más sencillo revalidar el título, se agilizó”, agregó.

“Me motiva porque tengo muchos años de formación y estamos bien preparados para trabajar en cualquier lado. También en determinado momento de la vida uno busca cierta estabilidad, no solo económica, también mental. En Argentina hay mucha incertidumbre para los médicos que transitan por situaciones muy duras y donde hay cosas que se aceptan como correctas que no están bien, como por ejemplo tener que trabajar gratis o pasar miles de horas en una guardia en situaciones vulnerables, son cosas que no están visibles pero que suceden habitualmente”, apuntó Ramiro. 

Ramiro Duré ya tiene sus pasajes para volar al Aeropuerto Barajas en Madrid.