De chicos a muchos los perseguían para que tomen hasta la última gota del vaso y así incorporar el calcio necesario para el desarrollo. Pero como sucede con todas las cosas que de una manera atávica ganaron prestigio de buenas, de vez en cuando aparece quien refuta esa fama y afirma lo contrario. Hay quienes aseguran que la leche hace mal y que el calcio se puede incorporar a partir de otros alimentos.

Para saber qué hay de verdad y qué de mito en todas estas afirmaciones Rosarioplus.com habló con Silvia del Cerro, jefa del Servicio de Nutrición y Alimentación de Hospital Alberdi.

“La leche no hace mal, para nada. Sí es cierto que no todas las culturas la tienen tan incorporada pero es el alimento por excelencia para el aporte de calcio que el organismo necesita. El queso también tiene mucho calcio pero también grandes cantidades de sodio, colesterol y grasas” sostuvo la especialista.

Además detalló que “se absorbe mucho mejor el calcio animal que el vegetal, porque tenemos la misma composición celular. El calcio vegetal requiere de un proceso de transformación en el que se pierde bastante de su aporte. Si queremos incorporar calcio a base de leche de almendras, por ejemplo, se deberá tomar mucho más que un vaso, que es lo que se toma de leche de vaca”.

Por otro lado, Del Cerro sostuvo que “es fundamental que incorporen calcio las mujeres embarazadas y los niños, desde el período de lactancia y hasta superada la adolescencia ya que hasta los 25 años la estructura ósea está en formación”.

Finalmente para derribar un mito más sobre la leche agregó que “es mentira que una vez pasada la etapa de formación ósea ya no sea necesario incorporar calcio, por el contrario hay que sostener esa estructura” y concluyó que “la gran parte de los problemas en los huesos que aparecen en la adultez y en la menopausia tienen que ver con faltantes de nutrientes en edades anteriores que quizás en ese momento ni advertimos”.