Lionel Messi viaja bastante en su avión privado, y eso le valió el escrache ecologista de una ONG que le contó las costillas y las toneladas de dióxido de carbono que la nave desperdigó en el aire para llevar al rosarino por el mundo. 

Las 1502 toneladas de CO2 que emitió el jet del crack solo entre junio y agosto equivale a lo que un ciudadano francés promedio produciría en 150 años. Eso, si viviera tanto, claro.

Es el resultado de los 52 vuelos que registró la organización antiglobalización Attac sobre los viajes de Messi entre Francia, Argentina y Estados Unidos.

En Argentina puede parecer un enfoque secundario, pero en Francia esto tiene vital trascendencia por estos meses, cuando el país galo atraviesa una histórica crisis de energía que reavivó el debate sobre costos ecológicos de lo que implica la evolución de la civilización.

El avión particular de Lionel Messi.
El avión particular de Lionel Messi.

Ya el propio club Paris Saint Germain ha quedado entre ceja y ceja de los ambientalistas por el uso excesivo del avión como medio de transporte. Cabe aclarar, el PSG tiene avión propio.

La ONG Attac sacó a relucir la lista de vuelos del futbolista y eso despertó la opinión hasta de la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra. "Hay que cambiar algunas cosas para reducir la huella de carbono en la actividad deportiva", criticó.

Es que La Pulga viajó en una semana desde Córcega a Valencia, y luego a Buenos Aires, y de ahí a Estados Unidos. Para colmo, en el jet no vuelan solo Messi con Antonella y sus hijos. También se lo presta a familiares y amigos, como lo ha hecho su colega Luis Suárez. Y hasta se lo ha alquilado a Mauricio Macri cuando era presidente, para una visita a Nueva York, y al presidente Alberto Fernández para un viaje oficial a México.