El último eslabón en el mundo de la mítica cadena Blockbuster, un videoclub situado en Bend (Oregón, Estados Unidos), no tiene planes de cerrar y se enfoca en una estratégica "nostalgia" frente a la fuerte competencia de los servicios de películas en "streaming", explicaron desde su gerencia.

Sandi Hardin, gerente del local desde hace quince años, dijo que el desafío más grande que encuentran es "seguir controlando los costos", tarea que hasta ahora han "conseguido fácilmente".

Otro establecimiento que quedaba en pie en Australia cerrará sus puertas el próximo 31 de marzo, noticia que la tienda de Bend recibió con "gran agrado", ya que una de las razones por las que continúan en pie es la afluencia de nostálgicos turistas que se acercan desde cualquier parte del mundo.

"Ser el último Blockbuster del mundo nos favorece porque nos convierte en un lugar muy especial", afirmó Hardin, y agregó: "Los clientes habituales y el gran número de turistas tienen más interés ahora por apoyarnos para que podamos resistir, que es lo básicamente hacemos".

Inaugurado en 2002, el local guarda con celo la estética de la mítica cadena y a la vez se reinventa creando nuevas campañas, como una actual con el eslogan de "El último Blockbuster del planeta". Camisetas, gorras y pegatinas son una importante fuente de ingresos, además de la venta de películas.

Tras cerrar los locales de Redmond, en Oregón, y los de Alaska en 2018, la de Bend se convirtió en el último local de la cadena en el país. Hardin asegura que llegan muchos visitantes de Asia y Europa, "incluso vestidos con temática de los años noventa".

"El secreto de resistir a las grandes plataformas como Netflix es que contamos con una clientela que disfruta paseando por las estanterías y eligiendo títulos. Además, "no pueden competir con nuestra colección de clásicos", aseguró.

La compañía fundada en 1985 por David Cook llegó a tener hacia el año 2004 unos 9 mil locales en todo el planeta, pero progresivamente fue incapaz de hacer frente a las nuevas formas de consumo digital y los videos bajo demanda en internet, entre otras razones.

Hasta hace poco más de un año se mantenían con vida en Estados Unidos una decena de tiendas Blockbuster, seis de ellas en Alaska y que, al igual que la de Bend, se ubicaban mayormente en áreas rurales, con un limitado acceso a internet. 

(EFE)