Jim Nelligan, uno de los competidores de un torneo de pesca de Chicago, encontró un misterioso anillo unido a la cola de una de sus capturas. Luego de hacer una búsqueda por Internet de la persona que se tomó el trabajo de atar un anillo con precinto a un pez, finalmente encontró al responsable. 

La sortija perteneció al capitán Jason Rose, que le contó al Chicago Sun Times que estuvo casado durante diez años pero que hace cuatro se había divorciado, así que decidió deshacerse del símbolo de su amor de una forma muy poética. Rose ató el anillo de plata a la cola de un pez y lo lanzó al otro lado del lago el pasado 4 de mayo.

"Han pasado cuatro años desde nuestro divorcio. Sentí que tenía que deshacerme de ese anillo, pero no quería simplemente tirarlo al fondo, empeñarlo o algo así". Y concluyó con la confesión más sorprendente: "Estoy convencido de que está maldito. Mi vida ha sido genial desde que lo tiré".

Sin embargo, el pez volvió a aparecer siete semanas después, cuando Jim Nelligan lo pescó, así que ahora la mala suerte que Rose asegura que trae el anillo consigo, la tiene el capitán Nelligan. "Ese anillo está maldito. Desde que lo encontré, he tenido problemas con los controles del motor, el interruptor para levantar el piso del timón, con la manguera de mi muelle...", comentó el desdichado propietario de la embarcación. "Creo que se lo devolveremos por correo a su dueño, sin dirección de retorno", bromeó.

¿Se viene la serie de terror de Netflix del pez y su anillo maldito?