El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el grupo de Estudios sobre Economía y Género de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la UNR dieron a conocer un adelanto parcial de la primera encuesta en el país de su tipo, para conocer las desigualdades de género en la realidad de los investigadores y académicos de la provincia sobre el tiempo que dedican a las actividades domésticas y de cuidado de sus hijos.

Se trata de la “Encuesta sobre usos del tiempo y brecha de género” que continúa en etapa de análisis y procesamiento de datos, pero que con sus resultados preliminares ya ilustra algunas de las desigualdades de género en los ámbitos laborales vinculados a la ciencia y tecnología del Conicet, Inta y el Inti, y la docencia universitaria en la UNR, la UNL y la UTN.

La ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Santa Fe, Erica Hynes, presentó los resultados preliminares junto a los encuestadores Lucía Andreozzi y Guillermo Peinado, sobre el sondeo que abarcó a 480 personas de la comunidad académica y científica, representativo de la población científica de la provincia, compuesta de 4.743 personas.

"La hipótesis era que había una diferencia del uso del tiempo entre hombres y mujeres, y lo pudimos corroborar con este informe, pero además dimos con otros resultados como al momento del ascenso en las carreras son diferentes y por lo tanto necesitan políticas diferenciadas para llegar a resultados mas equitativos", precisó Hynes en diálogo con la prensa.

Las mujeres investigadoras sienten presión del propio sistema, así como también los hombres, y por eso terminan muchas veces aplazando sus proyecciones de maternidad. 

Hynes enfatizó con que se trata de un relevamiento único: "No existió hasta ahora una encuesta en el país en el ámbito de la ciencia, y queríamos conocer si las mujeres científicas son afectadas por el reparto desigual del tiempo con los varones, como sucede en otros ámbitos laborales".

A eso le sumó que "en todo el mundo no se ha publicado nada sobre las personas que trabajan en relación con el Estado en carácter de docentes investigadores", por lo que la ministra consideró que es una muestra representativa de algo que sucede en los sistemas científicos a nivel nacional, y puede servir para replicar en otras provincias, así como para implementar políticas públicas de equidad. "Esperamos que esta información además sirva a académicos en investigaciones futuras en temas de género", agregó.

Cuando la maternidad es licencia, pero no atribuida

En los resultados preliminares se conoció, entre otros enfoques, que más del 50 por ciento de las mujeres que son madres no se tomaron la licencia que les corresponde de cien días por maternidad, a pesar de ser un derecho adquirido tras un reclamo de investigadores a nivel nacional. Esto permite, además, extender la beca doctoral por un año por cada nacimiento, algo que rige a partir de la conducción de la investigadora Dora Barrancos como miembro del directorio del Conicet.

Una de las preguntas de la encuesta se enfoca en esa licencia, y fue allí donde el 55,42 por ciento de las investigadoras de institutos (Conicet, Inta, Inti) respondió que no se ha tomado la licencia por maternidad, y un 35,37 por ciento de las docentes universitarias (UNR, UNL, UTN) tampoco.

Eso a pesar de que la consulta anterior es sobre si ha planificado su maternidad/paternidad con el desarrollo de su carrera profesional, y el 48,75 por ciento de las mujeres de los institutos asegura que sí lo planificó.

En ambas preguntas, sí condicen las respuestas de los hombres, ya que más del 70 por ciento de ellos decidió no tomarse la licencia de paternidad, y en contraste, sólo un 20 por ciento de ellos planificó esa instancia de su vida personal.

El sistema de investigaciones nacional es muy exigente y competitivo y brinda poco margen de puestos, lo que genera presiones en ambos sexos por igual. Pero mas allá de esta realidad del sistema, muchos de los resultados de esta encuesta muestran que a pesar de que mujeres y hombres tienen puestos similares (exceptuando los cargos superiores, donde se destaca la plena ocupación masculina de los cargos), la cantidad de horas de trabajo e igualdad en los salarios (que no suele suceder en instituciones privadas), se infiere por las respuestas sobre el uso de sus tiempos que en sus vidas privadas es donde se reproducen los roles sobre el trabajo no remunerado, o sea sobre tareas del hogar e hijos. Ahí radican las brechas de género que el Ministerio sostenía en su hipótesis y pudo comprobar.

En las tablas de comparación del tipo de encuesta conocido como “el diario del día anterior” (donde se pregunta concretamente qué hizo ayer punto por punto, para conocer el tiempo dedicado a cada cosa), en institutos las mujeres promediaron 2 horas 12' en el trabajo doméstico del hogar y 1 hora 19' de los niños, mientras los hombres dedicaron 1 hora 47 minutos al hogar y 1 hora 5 minutos a sus hijos. Mientras en las universidades, las docentes dedicaron 2 horas 37 minutos al hogar y 53 minutos a los niños; y los hombres 1 hora 42' al hogar y treinta minutos a los niños.