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Hace nueve días se culminó un juicio de Lesa Humanidad histórico, con condenas por las desapariciones, asesinatos y torturas, y además por violaciones sexuales. Con motivo de celebrar la condena de seis represores a perpetua y otros cuatro en altas condenas, una concejala de Rosario, Luz Olazagoitía, difundió su reflexión, pertinente por ser además de militante y funcionaria, hija de Ovidio “El Vasco” Olazagoitía, imputado en esta causa.

En una carta abierta difundida este viernes desde el portal de La Poderosa Rosario, Luz celebró las sentencias de los miembros de ‘la patota de Feced’ como “un proceso de sanación y restauración para la sociedad” de lo que fue “un genocidio”, y destacó que “Argentina es un ejemplo para toda Latinoamérica, para todos los pueblos que también fueron víctimas de estos planes sistemáticos y que no han podido avanzar en nombrarlos, en juzgarlos, y condenarlos”.

Cuatro de los genocidas que fueron juzgados en Feced II y se encontraban en las causas III y IV, ya fallecieron, y el padre de Luz, Ovidio Olazagoitía fue uno de ellos. “En 2012, cuando comenzó el juicio, a mi papá se lo llevaron preso y mi familia seguía dudando de la veracidad de lo que se lo acusaba. Se dejaban entrever relatos del tipo “pero él fue a una guerra” que hasta hoy se reproducen en algunos sectores de nuestra sociedad tratando de justificar el terrorismo de Estado”, recordó la joven concejala.

Ella asistió al juicio de su papá desde el primer día, ya que apuntó: “Desde Causa siempre acompañamos los procesos de juicio y cuando fue la sentencia de la Causa Feced II, eso no se modificó, por más que fuera mi padre quien estuviera ahí”.

Un proceso identitario desde la oscuridad de Luz

Luz destacó la lucha personal y política que dio como una misión relacionada a la lucha de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo: “Que las hijas, hijos y familiares de genocidas también podamos levantar las banderas de los Derechos Humanos como propias, creo que tiene que ver con haber sido contemporáneos a las Abuelas y a las Madres. Sus enseñanzas nos llegaron y las hicimos nuestras, más allá de dónde nos tocó nacer. Quizás hoy yo no sería lo que soy si no fuera por ellas porque el proceso identitario que me produjo ese ejemplo me hizo posible ser la persona que soy hoy”.

La edila aseguró en su misiva que siempre sospechó que su padre estaba vinculado con la dictadura, “no sólo porque fuera policía, también por sus comentarios y apreciaciones de política que lo posicionaron en un lado fascista”. Estuvo involucrado en lo que fue la Triple A, que después en parte se recicló en la patota del Feced.

Describió “Saber quién fue Ovidio Olazagoitia me hizo repensar la historia de mi infancia y adolescencia: repensarlo a él con un lente nuevo, poder develar todos estos secretos y todas estas angustias que venían acarreándose en mi familia, más desde lo privado pero obviamente sabiendo que lo personal es político”.

Luz comenzó su militancia en Causa en 2006, en el barrio Villa Banana. Mientras crecía su compromiso social, empezó a indagar sobre la historia argentina, y sospechaba que su padre había tenido alguna participación en la represión ilegal.