La situación de la fábrica Helados Panda, en Villa Gobernador Gálvez, continúa con la postura inflexible de la familia propietaria en cuanto a bajar las persianas y, por lo tanto, despedir a más de 70 trabajadores. Por lo pronto, la intervención del Ministerio de Trabajo logró que la empresa, perteneciente al Grupo Castro, se comprometa a pagar los sueldos adeudados y a negociar las indemnizaciones.

El lunes se convocó a una reunión entre la patronal, el Sindicato de Pasteleros, y la cartera laboral, donde se fijó un plazo de 48 horas para depositar los haberes adeudados de julio y agosto, y también el medio aguinaldo.

El viernes será el nuevo encuentro en el que se presume que se analizarán los montos indemnizatorios, ya que la empresa no continuará con la actividad, que desde hace meses está casi paralizada sin compra de mercaderías.

La alimenticia IB SA viene en picada desde 2009, incluso con la compra en 2011 del Grupo Castro la situación no cambió, aunque la planta se mantenía operativa. Según pudo averiguar Rosarioplus.com, hace unos meses un grupo inversor de la provincia de San Luis tuvo intenciones de adquirir la planta pero las condiciones que propuso el empresario Alberto Castro, quien tiene polémicos antecedentes judiciales, hizo retroceder las negociaciones. De ahí en más, Helados Panda perdió la última oportunidad de levantarse.