Tras años de organización y lucha, un 11 de noviembre de 1951 las mujeres argentinas ejercieron por primera vez el derecho a elegir sus representantes políticos y a ser elegidas como tales. Cuatro años antes, Eva Perón había encabezado la demanda de mujeres de distintos partidos políticos por la igualdad hasta obtener la Ley N 13.010: la ley de voto femenino.

La primera vez que las santafesinas ejercieron su derecho al voto, la participación fue de 93% y la masculina de un 90%, siendo Santa Fe el segundo distrito con mayor participación femenina. En el país, votaron el 90% del total de las mujeres empadronadas.

Esta ruptura en la estructura social y política no fue exclusiva a la participación electoral: después de esas elecciones las Cámaras estuvieron compuestas 15% por Diputadas y 20% por Senadoras. No hay país en la región ni en el mundo que haya tenido una experiencia similar. 

La experiencia de 1951 fue un hito histórico en tanto fortalecimiento democrático y paridad de género. Tras el golpe de estado de 1955, aquellas legisladoras fueron encarceladas y perseguidas. Recién con la Ley de Cupo Femenino de 1991, y el establecimiento de la Paridad de Género en las listas de 2017, se superó la representación femenina de 1951.

Estos hechos en perspectiva no hacen más que evidenciar el rol de Eva Perón como conductora política. Su mirada y sus acciones estratégicas, como la construcción del del Partido Peronista Femenino, la obtención de ley 13.010, la campaña de enrolamiento y empadronamiento para inscribir a todas las mujeres argentinas, entre otras, marcaron nuestra historia.

Hace 70 años las mujeres votamos gracias al Justicialismo, movimiento de vanguardia en efectivizar el reconocimiento de derechos. Porque con la voluntad política de Juan y Eva, de Néstor y Cristina, y de Alberto, los derechos de las mujeres, se ampliaron.