Por Florencia Guimaraes García

Desde el 2014, el 18 de marzo se instauró como el "Día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans". Esta es en conmemoración a nuestra compañera travesti y militante por los derechos humanos de nuestra comunidad, Claudia Pía Baudracco quien luego de una vida atravesada por múltiples violencias falleciera el 18 de marzo del año 2012, Claudia había sido una de las principales voceras del pedido colectivo por el derecho a la Ley de identidad de Género.

La muerte evitable y temprana de Claudia la dejó sin poder acceder a ese derecho fundamental que fuera conquistado el 9 de mayo del 2012 de la mano del Frente nacional por la Ley de identidad de género que llevase como referente principal a nuestra entrañable compañera, también víctima del travesticidio social, Lohana Berkins.

Cabe mencionar que en el año 2015 y luego de mucha persistencia conquistamos la Ley de cupo laboral travesti/trans Diana Sacayan (Ley 14.783) para la provincia de Buenos Aires, ley que hoy lleva el nombre de su mentora, víctima de un crimen de odio (travesticidio) un mes después de su aprobación. Dicha Ley de carácter abolicionista en materia de prostitución (el 90% de nosotras aún hoy tiene como único medio de subsistencia ese destino) y aún tenemos una expectativa de vida de 35 años. Siguiendo con el recorrido histórico debemos contar que a los meses del travesticidio de Diana Sacayán, fallece Lohana Berkins, dejando así un gran vacío en nuestras luchas cotidianas no solo por los derechos lgbti, sino por los Derechos de la humanidad en general.

Estas vidas arrebatadas de nuestras referentes dan cuenta de la ausencia total de muchos derechos que nos fueron y son aún negados ¿cuántas vidas más deberemos ofrendar para que la sociedad tome dimensión de la violencia estructural en la que vivimos las travestis?.

¿Cómo podemos hacer para trasmitir a las nuevas generaciones de niñeces y juventudes travestis trans la genealogía trava siendo nosotras mismas quienes lo cuenten siendo adultas mayores si somos muy pocas las que llegamos?

Quizás muchas personas que lean estas palabras escritas por una sobreviviente desconocen las condiciones de precariedad en las que estamos inmersas, o poco saben de la violación a derechos tan básicos como el acceso a la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, la justicia, etc.

Son muchas décadas de luchar contra la violencia institucional, de ver como los medios hegemónicos de comunicación siguen reproduciendo estereotipos y con ello creando estigmas, discriminación y criminalización hacia las identidades travestis trans.

Hemos avanzado, sí, pero es realmente muy escueto el acceso a los derechos. Porque a pesar de contar con leyes, estas no se respetas en muchas instituciones como la escuela, los hospitales, el Poder Judicial, etc. Existe aún hoy una gran resistencia al respeto a las identidades no binarias, debemos decir que las personas travestis y trans hemos sido borradas de la historia, persiste en las niñeces travestis trans la desacreditación a la hora de que manifiestan su identidad, y no se cumple con una Ley importante como lo es la Ley de educación sexual integral, Ley que necesita una urgente actualización y perspectiva lgtbiq+.

Podría escribir por horas, pero cierro este texto diciendo, que las travestis y trans no somos peligrosas, estamos en peligro. No pedimos derechos excepcionales, simplemente que se cumplan los que siempre nos fueron negados.

Por las que no están, por las que estamos y por las que vendrán, derecho a vidas libres de violencia, exclusión, discriminación y muertes.