Son los que están del lado de los malos. Los señalados. Defienden a quienes muchos no se animarían a defender. También aquellos que usan su conocimiento para ejercer su profesión. Los abogados de los líderes de la banda Los Monos están frente al momento más importante y complejo desde que asumieron las defensas: demostrar finalmente la inocencia de sus clientes frente a un tribunal o, al menos, atenuar penas.

En esta etapa su tarea es doble porque no sólo deben refutar las acusaciones contra sus defendidos, sino también amortiguar los ánimos de estos tipos rudos que no dudan en fruncir el ceño y exigirles claridad cuando un confuso concepto jurídico se atraviesa en la audiencia.

Desconfiados, atentos, al pie del cañón. Así se mostraron en la primera audiencia los líderes de Los Monos, una cualidad que aparentemente han aplicado en los negocios narcocriminales por los que se los investiga y que les ha permitido el éxito en la actividad ilegal durante años. Sobre todo Monchi Cantero, el más aplicado, el que se dice que llevaba el detalle de la venta, la distribución, la logística. El de la astucia pero también la ingeniería. Aquel que tuvo más claro que se trataba de un trabajo con horarios y personal; un negocio basado en la oferta y la demanda como cualquier otro producto.  

Incluso físicamente los acusados tienen los ojos en la nuca de los defensores durante la audiencia que dio inicio al juicio oral y público. Están sentados detrás de ellos y les basta un susurro para que su abogado se incline hacia atrás, escuche su consulta y baje los difíciles conceptos jurídicos. “Implica una exigencia doble tenerlos detrás”, reconoció Carlos Varela a Rosarioplus.com.

Esto sucedió cuando la Fiscalía pidió penas de 41, 24 y 10 años de prisión efectiva para Ramón Ezequiel Machuca, Ariel Máximo 'Guille' Cantero, y Máximo Ariel 'El Viejo' Cantero, y éstos, atónitos, lo vincularon inmediatamente con la sentencia.

“Estaban asombrados del pedido de pena por la desproporción, porque no tiene relación. Sobre todo con el Ariel 'El Viejo' Cantero, ya que no tienen ningún elemento serio en su contra. Un detenido lo ata rápidamente a la sentencia. Y le tuvimos que explicar que solamente son pedidos de la Fiscalía. Entendieron enseguida que primero los deben declarar culpables y luego se analizan los años de pena”,  dijo el defensor de Ariel 'Guille' Cantero y su padre, el Viejo Ariel.

Pero el trabajo de las defensas de los sindicados líderes de Los Monos es conjunto. Este miércoles tuvieron lugar los alegatos iniciales y se dispusieron diferentes puntos para atacar. Por ejemplo, uno de ellos hablaría de la admisibilidad de las escuchas telefónicas y otro de la figura de asociación ilícita. 

Este es el caso de Varela que adelantó un lineamiento general de su alegato: “No hay elementos para suponer una asociación ilícita con las características que requiere la figura como roles determinados o estabilidad en el tiempo. Por ejemplo, Ariel Máximo Cantero: ni siquiera está probado que forme parte de nada porque estaba alejado de la familia, y mucho menos para ser jefe. La idea de una mesa larga con el Viejo Cantero en la punta, es irreal”.

La recusación sin lugar

Una de las fiscales acusa a los abogados de querer dilatar el juicio con diferentes recursos. Embarrar la cancha, como se dice, con herramientas legales para desgastar. Viejos lobos de tribunales, que conocen al detalle las pequeñas fisuras del Código Procesal, los tiempos, los atajos. También, ellos, saben de astucia y de la ingeniería jurídica posible. 

Carlos Edwards, defensor de Ramón Monchi Machuca, recusó a dos jueces del tribunal, María Isabel Más Varela y Ismael Manfrín, porque -entiende- no podrían actuar en este juicio porque antes integraron el tribunal que juzgó a los acusados de matar a Claudio "Pájaro" Cantero. Por lo tanto, infiere, estos dos jueces analizaron las pruebas que ahora volverán a tener delante. “Hay manifiesta parcialidad. El tribunal estaría contaminado porque conoce todas las pruebas que se van a producir”, afirmó.

La recusación fue rechazada inmediatamente, lo que Edwards consideró “totalmente ilegal”. “Es ilegal porque el Código Procesal indica que el propio juez no puede resolver su propia recusación porque en ese caso sería juez y parte. No se hizo por la premura del inicio del juicio, lo que manifiesta la parcialidad que venimos denunciando”, consideró. Recién comienza el que se espera que sea un largo juicio, con muchos testigos y miles de minutos que llenar por parte de los fiscales y, por su puesto, los abogados defensores.