El Podio

Gil: Desde su pegada en la pelota parada, como en tantas ocasiones, Central encontró el gol del empate. Fue el jugador más golpeado por el rival. Por participación y despliegue, aunque mermó algo en el complemento, terminó siendo uno de los más regulares del equipo.

Parot: Aprovechó la pegada de Gil para anotar su primer gol en Central, con un buen anticipo de cabeza. Más allá del gol, fue el más sólido de una defensa endeble, y el mayor recuperador del equipo. Sin brillar, y con mala suerte en el cierre que terminó en el 2 a 2 para Vélez, completó su mejor partido desde que llegó a Arroyito.

Zampedri: Su mayor virtud fue peinar la pelota que derivó en el gol de López Pisano. Recibió muy poco juego, pero se las ingenió para hacerse sentir en ataque. En el final, tuvo una chance de cabeza, pero no le pudo dar potencia.

Quedó en deuda

Fernández: Sufrió con Bouzat como cada vez que tiene que marcar a un extremo rival. Casi no pudo pasar al ataque. Para colmo, en el complemento lo amonestaron, y jugó condicionado más de 30 minutos. Por su banda llegaron los dos goles de Vélez.

El resto

Ledesma: Nada que hacer en el primer gol. Remedió una mala salida con el pie, con una gran tapada ante un disparo de Zárate. En el complemento, salió mal a buscar un centro, y la acción no terminó en gol por falta de puntería del rival.

Ferrari: Clara falla en la jugada del primer gol, tratando de anticipar a Vargas. Le costó cancelar su sector, y prácticamente no se proyectó. Más allá del esfuerzo físico, su rendimiento viene en baja en los últimos partidos.

Cabezas: Se lo notó incómodo con el perfil cambiado. Sus limitaciones técnicas volvieron a quedar en evidencia varias veces. Al menos, no cometió faltas en los anticipos defensivos.

Lioi: Por su banda, en el primer tiempo, trepó varias veces el juvenil Moreira, y no lo pudo evitar. Las pocas veces que ganó por el carril, no le dio buen final a la jugada.

González: En un partido que se jugó con dientes apretados, Maxi González no escatimó pierna en el medio. Cometió tres faltas y siempre estuvo predispuesto para la pelea.

López Pisano: Escasa participación en el juego. Cuando tuvo la pelota, no pudo hacer diferencias. Sin embargo, la primera que le quedó, en el segundo tiempo, la transformó en gol.

Carrizo: No estuvo en su noche. Trajinó mucho y generó muy poco. No pudo por la derecha en el primer tiempo, ni por la izquierda en el segundo. Promediando el complemento, lo reemplazaron.

Ingresaron luego

Camacho: Una par de faltas en lugares inapropiados, y un buen centro desde la derecha, lo poco que entregó Camacho en el partido. Le sigue costando sumar méritos para recuperar la titularidad.

Herrera: Entró para jugar los últimos cinco minutos. En una contra, le cobraron infracción en ataque cuando parecía una clara acción de gol.

Pereyra: Ingresó con el tiempo cumplido. Imposible evaluarlo.

El técnico

Leonardo Fernández:

El Canalla no supo sacar provecho de la eficacia que mostró. Generó poco pero marcó dos goles. Sin embargo, apenas si rescató un empate de su visita a Liniers. Es que los errores defensivos cometidos, en especial la endeblez exhibida sobre la izquierda de la última línea, le costaron muy caro. En el primer tiempo, Central fue superado. Aunque el rival no tuvo capacidad para generar en ofensiva. Al Canalla le costó manejar la pelota. Y si encontró un gol fue a partir de “la especialidad de la casa”: la pelota parada en la pegada del Colo Gil. En el complemento, los auriazules se pararon más adelante en el terreno y el trámite se emparejó. En una escapada de López Pisano, el Canalla dio vuelta la historia. Pero le faltó oficio para asegurar el resultado. Y se terminó llevando apenas un punto, cuando tuvo el triunfo muy a mano.