El gobierno mexicano le impedía cobrar su jubilación por ser "demasiado vieja". Se trata de María Félix Nava, tiene 116 años y es originaria de la ciudad de Jalisco.

Un cambio burocrático obligó a la anciana a abrirse una cuenta bancaria para obtener una tarjeta  de débito, el único medio para cobrar jubilaciones. Por una insólita disposición de la entidad bancaria, dicha tarjeta sólo podía ser entregada a las personas que no superen los 110 años.

María Félix tiene algunos problemas de movilidad y vive de su pequeño puesto de dulces. Los 63 dólares mensuales (alrededor de 1200 pesos argentinos) que recibía por su pensión representaban gran parte de sus ingresos.

La longeva mujer tuvo que pasar por infinitas instancias y realizar cientos de trámites durante cuatro meses para que el gobierno realizara las modificaciones necesarias para poder volver a gozar de su pensión.

Finalmente, la entidad bancaria se disculpó y explico que todo se trató de un error. Tras recibir una oleada de críticas, entregó a la abuela la nueva tarjeta y el dinero de los cuatro meses adeudados.