Increíble, pero cierto: este nogal pakistaní lleva 118 años soportando el peso de unas pesadas cadenas que le “privaron” de su libertad. Así como lo leen.

Resulta que en 1898 un oficial de policía famoso por transitar la ciudad bastante ebrio decidió “detener” el árbol al sentirse observado por él. No contento con emprender acciones legales y el trámite de papeles correspondiente, le encargó a su subordinado que le colocara unas cadenas al nogal.

Y así, primero para cumplir la ley y después porque se convirtió en un lugar de culto de los turistas, el pobre árbol nunca pudo liberarse de sus cadenas.