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El Museo Estevez de la ciudad de Rosario abre este lunes su muestra “La cocina como patrimonio intangible”, con la dirección de Paula Caldo, quien se dedica a la investigación de la historia de la alimentación y la cocina en Conicet Rosario.

La apertura de la muestra será a las 19 con entrada libre y gratuita, en el marco de la Semana Gastronómica, y se expondrá hasta el 31 de mayo en el Museo Municipal de Arte Decorativo “Firma y Odilo Estevez”, San Lorenzo 753.

 Las recetas de cocina son un aspecto central de nuestro patrimonio intangible. A diario se preparan diferentes alimentos que nos nutren, no sólo en términos biológicos, sino también culturales. Cada uno de los acontecimientos que hacen a nuestra historia es acompañado por la degustación de diferentes comidas dulces, saladas y agridulces. “Sin embargo, muy pocas resultan ser las marcas dejadas por esa actividad cotidiana” indica la doctora Caldo.

La exposición representa el cierre de su proyecto “La cocina como patrimonio intangible: recuperación de recetas del sur del litoral santafesino a partir de una experiencia estética”, que propuso a mujeres y varones, que habitan diferentes localidades de la provincia, construir un plato de cerámica con el propósito de estampar en él huellas de una receta de cocina.

“Las fórmulas culinarias fueron seleccionadas en base a las tradiciones, las rutinas cotidianas, los afectos o el gusto personal de las personas que participaron” indica la investigadora en Investigaciones Socio-Históricas Regionales en ISHIR.

Paula Caldo explica que el resultado del proyecto fue devolverle al plato algunas huellas tangibles de eso, que a diario, lo habita para rápidamente ser digerido. “Ingredientes, procedimientos, sentimientos, afectaciones, son recuperados en cada una de las obras exhibidas. Así, se ponen en valor pequeños fragmentos de una actividad intensa, laboriosa y doméstica. En otros términos, cada plato procura registrar la forma cotidiana y auténticamente situada de la cocina santafesina” señala Caldo.

Del proyecto participaron, brindando saberes de las recetas y creando el plato, mujeres y hombres de Rosario, Arroyo Seco, Centeno, San Lorenzo y Cañada de Gómez.

El equipo de trabajo que llevó adelante el proyecto está conformado por su directora, Paula Caldo e integrado por las licenciadas Cynthia Blaconá y Jimena Rodríguez y la profesora Raquel Martínez Meroi. Además colaboraron en el desarrollo del mismo las profesoras María Pía Isaía, Anahí Mentasti y Melina Otaño.

Una investigación sobre la historia de sabores

La muestra comenzó hace casi tres años: “A fines del 2016 la Provincia lanzó una convocatoria para presentar proyectos en donde se articulen institutos de investigación con institutos de formación docente. Yo me presenté como directora de un proyecto con la Escuela Provincial de Artes Visuales” cuenta la investigadora.

Fue así como Caldo y un grupo de docentes de la Escuela Provincial de Artes Visuales Nº 3031 “Gral. Manuel Belgrano” diseñaron un proyecto para hacer talleres para recuperar recetas de cocina, con el objetivo de que las talleristas, es decir las mujeres que lleven adelante el taller, pudieran hacer un objeto de cerámica donde la receta que elijan fuese estampada.

“Ese taller no dejó de sorprenderme, la gente estuvo muy enganchada, en su mayoría participaron mujeres. A partir de la receta hicieron un dibujo, que copiaban en una lámina y luego hacían intervenciones, como consejos, dibujos, escenas, frases que se vinculaban con esa comida. Después de eso se hacía un trabajo con ese dibujo y al final se realizaba el plato de cerámica y sobre él se realizaba la estampa” explica Caldo.

“Nadie llevó una receta sacada de un libro de cocina” cuenta Caldo al respecto de las recetas que utilizaron en los talleres y en este sentido agrega “Las recetas son muy interesantes porque son las que efectivamente la gente cocina, es decir, son muy sencillas y se pueden hacer muy rápidamente. Sin embargo, las recetas no son solamente un texto, un contenido escrito, sino que también aparecen indicaciones, reflexiones particulares, que ayudan a cocinar y que recuperan, en un sentido antropológico, lo que es la cocina para las y los santafesinos”.

“No existen trabajos riguroso sobre la cocina santafesina. Es decir, en el proyecto nos preguntamos: ¿Qué es lo santafesino en la cocina? Es un poco difícil de responder, porque nosotros formamos parte de una región que tiene una estructura geográfica que no es muy diferente a Buenos Ares, a alguna parte de Córdoba, es decir, a veces se discute qué es lo santafesino. El fin de este taller fue recuperar recetas que efectivamente se cocinen en Santa Fe” concluye Caldo.