Rosario Central recibió un golpe duro el pasado fin de semana cuando fue goleado por Sarmiento en Junín, en un encuentro que el canalla tenía controlado pero que cambió rotundamente con la expulsión del juvenil Ortíz. De esta manera, los rosarinos terminan de confirmar la falta de eficacia fuera de su cancha.

En Arroyito, Central ganó los tres partidos que disputó hasta ahora en el torneo local, pero fuera de casa ha empatado uno y perdido dos. Ambos por goleada.

La fortaleza en Rosario es un punto muy a favor para los de Russo, que sin dudas han sacado ventaja de eso, pero la realidad es que para encontrar una regularidad que les permita pelear en lo más alto, lo más importante en este momento es buscarle la vuelta a los encuentros de visitante.

Sin embargo, mantener ese gran nivel en casa es una tarea que también deberá trabajar el DT Canalla, y este fin de semana tendrá la posibilidad de volver a mostrar esa cualidad.

Central enfrentará a Unión el próximo domingo en el Gigante de Arroyito y tendrá allí su objetivo más cercano, sostener o agigantar su dominio en su estadio, que una vez más, estará colmado de gente.