Rosario Central tuvo un fin de semana de fiesta, no sólo por la victoria conseguida, sino porque asentó lo que había logrado ante Huracán, en la semana previa al clásico rosarino, el que todo jugador quiere ganar. Los de Russo llegan bien pisados, y lo saben.

El Canalla, que había comenzado el torneo un tanto irregular, mostró cosas diferentes por primera vez ante Huracán en la penúltima fecha, cuando venció al Globo por 2 a 0. Más allá de que había tenido buenos minutos ante Tigre, por ejemplo, en el Ducó jugó un partido muy completo y equilibrado en los 90 minutos generales.

Por eso, la duda para el encuentro ante Gimnasia era si el equipo podía mantener ese nivel, y lo hizo con creces. Russo cambió el esquema, volvió a los cuatro en el fondo, y todo funcionó de la misma manera. A pesar de que no fue tan dominante como ante Huracán, mostró una solidez defensiva, sobre todo en el segundo tiempo, clave para seguir con confianza.

La primera parte fue un tanto repartida, pero en la segunda los de Arroyito salieron con todo, y mostraron que sus armas en ataque no son tan frágiles como parecía en el comienzo del torneo. La levantada de Malcorra es notoria y el equipo la siente, así como la aparición de Campaz, que aunque no termina de sellar de la mejor manera sus jugadas, le da un cambio de ritmo al equipo que es esencial para tener un as bajo la manga.

Párrafo aparte para Alejo Veliz, que se encuentra en un momento de gracia. El joven delantero se las arregla solo, peleándose con todos los defensores rivales, y no solo incomoda al contrincante, sino que le da una gran bocanada a su equipo cada vez que lo buscan para aguantar o descargar la pelota. El viernes hizo dos, podría haber hecho tres, y tuvo que salir por el desgaste físico que tuvo gracias a su presión.

Como contra Huracán, Central se mostró igual de equilibrado ante el Lobo, con mucha confianza en sus centrales, con un Ortíz que está en todas partes, y con tres atacantes en gran momento. De esta manera, llega al clásico envalentonado, y con Miguel Ángel Russo contento en el banco, un detalle no menor.