La Copa de la Liga Profesional de Fútbol no se suspenderá, al menos por ahora, y a pesar de los brotes de contagios de coronavirus que azotaron en estos días a Independiente, Banfield, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Sarmiento de Junín, por cuestiones de calendario y por presiones de los dueños de los derechos televisivos.

La Asociación de Fútbol Argentino (AFA), a través de su Comité Ejecutivo, instó este martes a "clubes, jugadores y jugadoras" a cumplir "de forma estricta" con los protocolos, y anunció que realizará inspecciones.

"De no cumplirse las mismas, se elevará un informe al Tribunal de Disciplina a fin de que obre conforme su competencia", dijo la máxima entidad del fútbol local, a través de un comunicado.

El presidente de Lanús y vocal de AFA Nicolás Russo informó este martes por la tarde que “el fútbol argentino extrema las medidas” a raíz de la exponencial suba de contagiados de coronavirus en el país. “Es imposible parar el campeonato o suspender partidos, porque no hay fechas”, sentenció.

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En total van 120 contagios en el campeonato y solamente siete equipos no padecieron alguna baja desde mediados de febrero. Ante este escenario, se tomó la resolución de volver a los recaudos y medidas de prevención que se tenían el pasado 10 de agosto, cuando se retomaron los entrenamientos.

Las medidas más importantes tienen que ver con que los jugadores viajarán a los entrenamientos en sus autos particulares y no se bañarán en los predios. Además, es probable que vuelvan las prácticas en grupos separados y también se eliminarían las concentraciones en el día previo al partido.

Russo indicó que la situación de agravamiento de los casos de coronavirus “ocurren en el fútbol y la sociedad. Estamos en momento dificil y tenemos que aportar nuestro granito de arena desde el fútbol para ayudar con esto”.

“Es por eso que vamos a regresar a cómo estábamos el 10 de agosto cuando se arrancó con esto. Hay que tener conciencia”, agregó.