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El tenista argentino Guido Pella, quién hizo su debut en el equipo de la Copa Davis a los 25 años con una victoria ante la primera raqueta de Polonia, Michal Przysiezny, por 6-1, 6-4 y 7-6 (5), reconoce que hace dos años había intentado retirarse del tenis por falta de motivación, pero que gracias a la incorporación a su vida del biólogo molecular, Estanislao Bachrach, pudo comenzar a disfrutar y sacar a flote su carrera.

Todo empezó cuando Pella se la jugó en 2015 estando cerca del puesto 200 del mundo e invirtió todo lo ganado en un entrenador, Gustavo Marcaccio, quién había acompañado a Juan Mónaco cuando era top ten y quien a su vez le recomendó a Estanislao Bachrach: “desde que no tuve buena experiencia con un psicólogo, me cerré y dudé. Pero Estani tiene un enfoque distinto, porque no es psicólogo, es biólogo".

Además agregó que "creo que la clave fue cuando me dijo que el cerebro se puede entrenar. Hicimos muchos trabajos, pero lo que él quiere es que yo esté en el presente, que no me vaya ni al pasado ni al futuro. Eso se aplica a cuando uno está dentro de la cancha y tenés momentos límites".

"Hacemos actividades, meditación, tratando de respirar y conocerme. Tengo la facilidad para darme cuenta rápido si algo funciona y así me empecé a sentir cómodo. Son herramientas”, dijo Pella en declaraciones a la prensa.

En 2016 alcanzó su mejor ranking cuando se ubicó el puesto número 42, además de haber llegado a la final del ATP 500 de Rio de Janeiro, donde cayó ante el uruguayo Pablo Cuevas.