Juan Ignacio Londero recibió entre lágrimas el trofeo del ITF World Tennis Tour que se disputó durante esta semana en Rosario, es que hacía cuatro años que ganaba ningún título después de varias lesiones y vaivenes emocionales. Algo parecido sucedió con Guillermina Naya, quien también se consagró campeona después de dos años de intermitencias por distintas molestias físicas.

El Topo hacía desde 2019 que no ganaba ningún torneo, el último fue el del ATP 250 de Córdoba, luego se metió entre los top 50, pero la pandemia, cuestiones mentales y una importante lesión en el hombro impidieron que se mantenga entre la elite mundial. Pero, en el ITF del Jockey Club de Rosario regresó con todo, en la final derrotó a la promesa mundial, el paraguayo Daniel Vallejo por 6-3 y 6-2 y se alzó con la copa.

“Pasaron muchas cosas estos últimos años, así que estoy muy agradecido”, dijo Londero en la premiación con la voz entre cortada de emoción y añadió: “Hasta hace poco no podía jugar dos partidos de entrenamiento seguidos y aquí jugué cinco, así que más allá de ganar el torneo, lo importante fue haber podido lidiar con la lesión, la verdad que me voy muy contento. Muchas gracias a todos”.

Por su parte Naya, quien también venia de algunas lesiones y no ganaba un título desde hace dos años, venció en la final a su compatriota Sol Ailin Larraya Guidi por 6-2 y 6-0 y se quedó con el título del ITF rosarino. “Muchas gracias por organizar estas competencias tan necesarias para las mujeres porque nos permiten competir y sumar puntos de WTA”, expresó Naya ya agregó: “Pensé que no iba a llorar, pero no puedo. Me encantó venir a Rosario y llevarme la copa, aún más. El objetivo era seguir sumando partidos, encontrar buenas sensaciones y subir en el ranking, por suerte se pudo cumplir”.