Los cambios de calendario y el congelamiento del ranking en plena pandemia hicieron de alguna manera que tres de los tenistas más grandes de todos los tiempos quedaran del mismo lado del cuadro en Roland Garros. Como consecuencia se iban a tener que eliminar entre ellos antes de enfrentarse en una nueva final sobre el polvo de ladrillo parisino, así fue como el camino se abrió por el lado de Novak Djokovic, quien en la puja por la Copa de los Mosqueteros se medirá ante el prominente griego, Stéfanos Tsitsipás de 22 años y considerado el mejor de la temporada.  

Para llegar a instancias decisivas Nole dejó afuera en semifinales al dueño de casa, Rafael Nadal y le arrebató la posibilidad de alzarse con su 14 ° corana en París. De esta manera, además, le impidió atravesar la puerta grande de la historia para consagrarse como el jugador con mayor cantidad de Grand Slam ganados- hasta el momento lleva cosechados 20-.

El serbio conserva el número uno del mundo desde febrero de 2020 y en esta temporada se quedó con dos títulos: el Australian Open y ATP de Belgrado, además de llegar a la final del Masters de Roma. Él también va por la gloria y quiere en su vitrina el trofeo número 19 de los majors. 

Por su parte, Tsitsipás dejó en semifinales al Principito, Alexander Zverev, en un maratónico partido que fue a cinco set y duró casi cuatro horas. El griego es considerado como uno de los tenistas de mayor proyección del año y uno de los favoritos de la Next Gen de la ATP, en lo que va del año fue el que más puntos y partidos ganó con un total de 39 victorias.

"Vengo de un pequeño lugar a las afueras de Atenas, mi sueño siempre fue jugar en Roland Garros, pero nunca imaginé que estaría en la final. Esta victoria fue la más importante de mi carrera", dijo entre lágrimas apenas terminó su partido.

Pero qué pasó con Federer. El suizo -con ranking congelado en el puesto 8- venía prácticamente de un año sin competencia debido a una lesión en su rodilla derecha, ya recuperado en el Abierto de Francia alcanzó la tercera ronda, pero antes de su participación en los octavos de final se retiró alegando problemas físicos y dándole prioridad a la gira sobe el césped que es su favorita, obviamente con miras a Wimbledon. En esa instancia el rival de Roger era el italiano Matteo Berrettini y de haberle ganado había tenido enfrente a Nole. 

El abrupto abandono del certamen parisino del ex número uno del mundo desató la polémica y se encontraron voces a favor y en contra de su decisión. Por lo pronto este domingo en la Philippe Chatrier habrá un renovado ganador que saldrá del duelo entre Djokovic y Tsitsipás.