__tadevel:head__

El fiscal de Homicidios Florencio Malaponte imputó con la figura penal más grave posible a dos jóvenes detenidos como sospechosos de la violación y asesinato de la niña Guadalupe Medina, de 12 años de edad, cometido el feriado del miércoles 25 de mayo, en una pieza abandonada en Lima al 2900, en la villa Banana. Abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte en calidad de coautores, tal ha sido la tipificación que le dio el representante del Ministerio Público de la Acusación, un delito que, cuando se considera comprobado, se castiga con reclusión perpetua.

Los imputados son Gustavo Rodrigo “Wititi” Berón y Mauricio Chara, que desde esta mañana de viernes están con prisión preventiva en firme y sin plazo, en la Unidad Penitenciaria Nº 11, de la localidad de Piñero, a la espera del juicio oral al que serán sometidos. 

Durante la audiencia, el defensor de Wititi, Hernán Soto, denunció que el joven sufrió apremios en la cárcel entre el jueves -cuando se entregó a la Justicia- y horas previas a comparecer en Tribunales. 

La jueza Hebe Marcogliese hizo lugar a la denuncia y solicitó que después de la audiencia sea revisado por un médico forense y luego trasladado con custodia a la oficina de Violencia Institucional de la Justicia provincial.

Berón es cuñado de Nelson Alexis "Pandu" Aguirre, señalado como miembro de una gavilla delictiva, y que había sido condenado en diciembre de 2015 a tres años de prisión efectiva.

En diciembre pasado, Wititi fue condenado a tres años de prisión efectiva por el delito de amenazas coactivas calificadas por el uso de arma de fuego. Sin embargo, el joven recuperó la libertad por un acuerdo de partes.

El cuñado de Pandu, señalado por los vecinos como heredero del mando de la banda ante la ausencia del líder, recuperó su libertad a cambio de algunas condiciones, como fijar domicilio, someterse al control de la Dirección de Asistencia y Control Pospenitenciaria y abstenerse de consumir estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas, etc.

A pesar de las pautas establecidas por la justicia, Wititi volvió a delinquir. El 16 marzo, junto con otro integrante de la banda apodado “Chueco”, protagonizó una violenta entradera a una familia que vive en Lima al 2900, en la misma cuadra donde la semana pasada apareció el cadáver de Guadalupe Medina.

Por otra parte, el segundo imputado, Mauricio Chara se presentó este miércoles ante el juzgado de ejecución penal. El detenido contaba con un pedido de captura del viejo sistema penal. En mayo de 2015, fue beneficiado con salidas transitorias, pero jamás volvió para reportar su paradero. Ahora suma una grave imputación penal, ni más ni menos que la violación y muerte de la niña de 12 años.