A poco de cumplirse un mes de la reactivación del debate sobre la ordenanza que regula la nocturnidad en la ciudad (la n°7218) en la Comisión de Gobierno, el debate continúa para llegar al año entrante con algunas coincidencias para debatir en el recinto, y entre los cinco proyectos de ordenanza en carpeta, se diferencian en dos grandes grupos: uno promueve rubros, y el otro busca eliminarlos.

La propuesta del edil Lisandro Cavatorta (Todos Hacemos Rosario) sigue la teoría de eliminar los rubros, y que se establezcan zonas de entretenimientos nocturnos (por eso las siglas ZEN) permanentes que se instalarán en zonas alejadas de los barrios residenciales, donde haya además de bares y pubs, establecimientos de más de mil metros cuadrados (ver aparte).

En un proyecto promueve que el Estado local coordine además de estas zonas específicas, la circulación de servicio de transporte desde y hacia estas zonas, con instalación de estaciones multimodales de transporte público, y garantizar en esas zonas la seguridad con cámaras de vigilancia, ambulancias de SIES, iluminación LED, policías caminantes y control urbano.

La idea es que sean" zonas profesionales como hay en Nueva Córdoba, que en una sola calle están todos los lugares de divertimento nocturno, sin vecinos a menos de 400 metros", precisó Cavatorta consultado por Rosarioplus.com, y que el Estado logre "brindar beneficios impositivos a los empresarios de la nocturnidad para que inviertan a largo plazo, como exenciones al pago de DREI y TGI por cinco años".

El proyecto promueve que no sea una ZEN sino varias repartidas en los diversos distritos de la ciudad. “Por ejemplo en el Cruce Alberdi, en Parque Industrial por Uriburu, en el bajo entre Pellegrini y 27 de febrero, autopista a Córdoba (coordinado junto con las ciudades vecinas como Funes y Roldán)”, ejemplificó. Aunque aclaró que "sin promover alguno de estos sectores en el proyecto, porque eso se debatirá luego en conjunto".

Cada ZEN sería acorde a "las características socioculturales de esa zona, contemplando así los gustos musicales y costumbres de cada barrio, y que coexistan bares con shows en vivo con los boliches, cupos por metro cuadrado y decibeles específicos con los controles que requiere".

La propuesta es fomentar la industria del entretenimiento nocturno porque “es la que genera empleo, economía y turismo, en un ecosistema nuevo que contemple buen servicio de transporte para la llegada y salida de la gente, control del territorio y fomento a las empresas de la noche”.

Al tratarse de zonas específicas, y mas alejadas de las residencias, también garantizaría a los vecinos una mejor coexistencia con la nocturnidad, "ya que la queja que han transmitido no es que existan los bares y boliches, sino lo que ocurre con la gente al salir de allí, que no hay control y generan mugre en sus veredas. Hay que saldar esa dicotomía vecinos-empresarios”.

Cuando fue consultado sobre su postura en torno a derogar o modificar la ordenanza de esparcimiento de la nocturnidad n° 7218, Cavatorta fue por una tercera vía sin dejar en claro su postura: “En el proyecto no la nombramos, buscamos dejar de emparchar, dejar los rubros de bares, pubs o boliches, de bailar o no, para empezar a hablar de la industria del entretenimiento nocturno”.

“No me preocupa la discusión de los horarios, sino trabajar en que el negocio de la noche sea rentable y sustentable, y los empresarios así se animarán a invertir a 20 años, en vez de a corto plazo, que se terminan cansando y dejando el rubro”, aseguró.

Aclaró que las zonas ZEN coexistirían con las ya existentes como Pichincha, ya que no es la idea desarmar lo que ya existe, y que “en la ordenanza haya herramientas para controlar la coexistencia con los vecinos”.

Zonas ZEN: ordenar la noche con el entretenimiento como industria planificada

Los chicos quieren ir al boliche

Consultado Cavatorta sobre que existan o no grandes boliches en la ciudad, una política que en los últimos años se ha observado creciente ya que solo persiste el complejo Forest, Lotus, Sabbia Costanera (ex Blue) en la zona de La Florida, él disiente, es de la postura de dejar de evitar una costumbre que persiste en la juventud.

“Hay un mito que los jóvenes cambiaron sus costumbres de salir, y sin embargo siguen yendo a ciudades vecinas como Casilda, o a recitales de DJ en Córdoba y Buenos Aires. Entonces debemos generar una oferta atractiva para que salgan en su ciudad. Si hubiera boliches profesionales rentables, estos se llenarían de nuevo”, aseveró entusiasta.

Para el edil es necesario que los empresarios de la noche inviertan, "y para eso el Estado primero deberá garantizar los servicios de transporte, seguridad y control, regular esto en paralelo a la ordenanza en las cuadras de las zonas ZEN, porque cuando la gente se siente controlada se porta mejor y las cosas funcionan".