El Concejo reanudó el debate en torno a derogar o modificar la ordenanza 7218, conocida como "de nocturnidad" en la comisión de Gobierno que se reunió este miércoles. De los varios proyectos en danza, hay tres que coinciden en barajar y dar de nuevo ante la norma vigente, ya perimida por cambios de costumbres de la noche rosarina, la influencia de la post pandemia y cuestiones relacionadas con la seguridad pública. Las otras iniciativas, en cambio, solo aspiran a modificar la ordenanza vigente.

La discusión parlamentaria continuará este mes de manera quincenal, y se retomará a comienzos del 2023, con el período de sesiones ordinarias. Habrá luego una agenda de audiencias públicas para escuchar a los diferentes sectores de la ciudadanía. En paralelo se debatirá en otras comisiones el asunto de fomentar espacios culturales y la figura del food truck.

Este miércoles fueron puestos sobre la mesa los proyectos de las edilas Daniela León, Silvana Teisa, Caren Tepp, Julia Irigoitía y el concejal Lisandro Cavatorta, así como el de la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, sin su presencia. El proyecto de esta última unificó lo debatido en 2018 donde se aportaron ideas de los diferentes bloques en aquel momento, en que ella presidia la Comisión de Gobierno.

“Muchas de las cosas que se aportaron en 2018 siguen vigentes, otras cambiaron por la pandemia que modificó la nocturnidad. La tendencia era puesta sobre todo en el control, cuando ahora, además de reglas más claras en el control, queremos que se incorporen espacios culturales para que se debata el lucro pero también el desarrollo de reavivar la cultura, y para esto el Estado debe tener un rol de promoción”, precisó la presidenta actual de la Comisión de Gobierno, Caren Tepp, consultada por RosarioPlus.

A diferencia de la iniciativa del Concejo en 2018 –cuando se buscaba modificar la ordenanza– ahora varios bloques plantean derogarla y sancionar una nueva normativa. "Los tres proyectos estructurales que toman la generalidad de la nocturnidad –resumió Tepp– plantean un nuevo esquema, desechando la idea de rubros, si se baila o no se baila. Ya no podemos aplicar políticas sancionatorias sobre algo así, que venía ocurriendo, sino aplicarlas sobre los espacios”. Se trata de los proyectos presentados por Daniela León, Jesica Pellegrini y Julia Irigoitía.

La concejala de Ciudad Futura puso como ejemplo: “Lo de los rubros ya es vetusto porque, por ejemplo, teníamos la categoría de peña folclórica, cuando hoy eso se ha ido reconvirtiendo y cruzado con otros géneros, los bares son también pubs, los restaurantes también tienen música en vivo, y no sirve de nada pensar en sancionar a comensales que quieran pararse a bailar en medio de un show”.

La propuesta que Tepp consideró de mayor consenso ahora es pensar en el impacto ocupacional y la seguridad de los asistentes. Y que la responsabilidad del Estado esté en el control pero también en el fomento, en promocionar que haya ofertas nocturnas y habitar la noche. Que haya reglas claras para el empresario que quiera venir a invertir en la nocturnidad, pero además que el Estado tenga un rol activo en los espacios independientes”, y para esto varios de los proyectos pensaron en la figura de “clubes culturales” o “espacios independientes”.

En su opinión, hoy la actividad nocturna está “muy centrada en lo gastronómico, hay que seguir fomentando, pero además queremos que Rosario vuelva a consagrarse como capital simbólico y cultural con sus artistas y espacios propios. Esto se perdió de la vida nocturna y sus expresiones artísticas. Buscamos que el Estado brinde acompañamiento con créditos o distintas formas de fomento a la actividad cultural, como difusión y publicidad”.

En lo cultural, observó que goza de buena salud la variedad de promotores de eventos culturales que no tienen espacio propio sino que gestionan grandes eventos esporádicos y masivos en espacios alquilados trayendo a veces grandes artistas de afuera, y “lo que buscamos es fomentar el día a día, a espacios que tengan entre 80 y 400 asistentes”.

Otro proyecto para espacios culturales

En paralelo con las discusiones de la nocturnidad en torno a control, seguridad, lucro y sostenibilidad habitacional, Tepp destacó que “en la Comisión de Cultura se debatirá un proyecto de normativa independiente para los espacios culturales que fue creado en su momento por ella con las concejalas Schmuck y Gigliani, que fue propuesto desde el ECUR en su momento”.

Esto se da en paralelo porque las edilas comprendieron que estos espacios (como ocurre con la gastronomía, ver apartado) no sólo se dedican a las actividades nocturnas, sino además promocionan durante el día, con otra escala menor de público, y son cooperativos (no empresariales), con ferias, muestras y talleres. Un sector que fue muy golpeado desde la crisis del Macrismo y luego con la pandemia, con el cierre de unos 20 espacios desde entonces.

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Tepp destacó que este asunto se trabajará en paralelo en la Comisión de Cultura, aunque también recordó que en el debate de nocturnidad también bajo la figura de clubes, como antes se comentaba.

“El proyecto junto al debate por los food truck son conexos al debate de la nocturnidad, y pienso que se incorporarán estas figuras emergentes de la actual noche rosarina”, aseveró Tepp, y detalló: “La idea de los food park buscan como muchas ciudades, instalar los food truck en espacios públicos. Buscamos que se incorpore como figura", develó.

El asunto del control

La problemática principal que tiene la ciudad en torno a la nocturnidad es que la ordenanza vigente tiene figuras y rubros que ya no existen, como la peña folclórica, que es una costumbre que se modificó, y ahora “los espacios que hay no entran en los rubros vigentes”, explicó Tepp, entonces esto dificulta a la orden de inspeccionar cada espacio y su cumplimiento de la norma.

“La incidencia es muy práctica y real para quienes controlan estos espacios. Es importante que esta nueva ordenanza tenga claros los criterios de inspección, para que no siga quedando como hasta ahora supeditado a la arbitrariedad del funcionario de turno y las indicaciones a los agentes de control o el criterio del agente, que clausura por personas bailando cuando está prohibido en la norma”, finalizó la presidenta de la Comisión de Gobierno.

La norma de bares y restoranes

Otro debate que se piensa tener en adelante es con los gastronómicos puntualmente, que trascienden la nocturnidad porque su rubro funciona todo el día, y llama la atención que la ordenanza 1732, que rige actualmente, tiene casi 60 años (es de 1964).

“Dialogaremos con la Cámara de hoteleros y gastronómicos, porque esta ordenanza fue teniendo modificaciones parciales en modo parches, algunas en modo decreto parlamentario del Ejecutivo”, adelantó Tepp, y aclaró que de todas maneras algunos de los proyectos de la nocturnidad toman cuestiones de la 1732 para modificarla también.

La importancia de debatirlo es que también el modo de salir a comer se modificó con la pandemia, “si pensamos que se volvió a habitar el espacio público con su ocupación armónica, que también contribuye a las cuestión de seguridad en la ampliación de vereda. Y esto llegó para quedarse, para tener la opción de ‘balconear’ en la calle si el comensal prefiere”.

Finalmente destacó: “En 60 años cambiaron normas de seguridad y bromatológicas, y está el bar americano, que funciona las 24 horas”.