El taxi que cayó a un pozo de obra de Aguas Santafesinas de casi cinco metros de profundidad en Callao al 1200 generó dudas respecto a la señalización y medidas preventivas ante semejante riesgo. En primer lugar se cuestionó a la empresa sobre la falta de señalización, aunque luego se reveló que la calle estaba cortada y los propios vecinos retiraron las vallas que impedían el paso vehicular. El chofer tiene heridas leves pero pudo ser mortal. 

El gerente de relaciones institucionales de Aguas Santafesinas, Guillermo Lanfranco, dijo: "Por lo general están asociados a alguna maniobra imprudente de algún conductor. Porque si se conservan las velocidades de circulación urbana y se va con las luces encendidas los vallados tienen elementos reflectivos que permiten identificarlos rápidamente y con tiempo de frenado".

El siniestro vial se produjo en la madrugada de este jueves en Callao entre Mendoza y 3 de Febrero cuando un taxi Renault Logan chocó un corralito de Aguas Santafesinas y cayó al pozo de obra. La señalización era apenas una valla con material reflectivo, que sirve de complemento para los casos con semejante hueco. Por eso se había prevenido con el cierre de la cuadra.

Según pudo saber Rosarioplus, el vallado que prohibía el tránsito fue quitado por los vecinos para utilizar la cuadra como estacionamiento y solo quedó la valla delante del pozo. "La que estaba cortada era la calle, ya que habían un vallado de vereda a vereda. Todo indica que alguien retiró uno o dos tramos de valla y eso hizo que el taxista pensara que estaba abierta la circulación y que terminara en el pozo, que a su vez estaba vallado".