Adrián (7 años) no quiere salir con el tapaboca. “No puedo respirar bien, es muy incómodo”, se queja. Su hermano Oscar (10 años) no protesta cuando Fátima, su mamá, le entrega un pedazo de tela que hasta este domingo habían visto solo en las caras de los adultos. “Estoy listo, vamos por favor”, dice ansioso con su mano en el picaporte de una puerta que no ha atravesado en los últimos 43 días. La hoja de ruta de Adrián y Oscar es un paseo de una hora por una zona despoblada de San Sebastián de los Reyes, al norte de la Comunidad de Madrid, con una pelota y la promesa de poder correr sin obstáculos, una tarea imposible en el departamento de 50 metros cuadros en el que viven.

Fátima experimentó otro tipo de ansiedad durante el paseo. Lo disfrutó a medias, según cuenta. Ismael, su pareja, se quedó en casa. Un solo “adulto responsable” puede salir con los chicos (hasta tres), según la normativa que días atrás dictaminó el gobierno de España y que entró en rigor este domingo. “Elegimos un camino con poco tránsito para no cruzarnos con otra gente. La zona habitual a la que salimos estaba llena de niños. Nos gastamos casi un bote de alcohol en gel. Fue una experiencia rara, grata y agradable claro, pero con el temor lógico de salir a la calle en medio de esta pandemia”, reflexiona ya con el paseo terminado. Mientras habla por teléfono con Rosarioplus.com, Adrián y Oscar están dentro de la bañera. Se desvistieron ni bien entraron (todas las prendas fueron directo al lavarropas) y se metieron sin escala debajo del agua.

Los hermanos Bello están en el inmenso grupo de 6 millones de chicos de entre 0 y 14 años que a partir de ahora van a poder pisar la calle una vez al día. La “Guía de buenas prácticas de la población infantil durante el Estado de Alarma” –un documento que el poder Ejecutivo difundió en todos sus canales de comunicación-- contempla lo permitido y lo prohibido durante la hora (tiempo máximo) que duren los recorridos. 

Se puede pasear hasta una distancia máxima de un kilómetro del domicilio del/los menores, incluyendo espacios rurales y zonas verdes autorizadas, pero no está permitido el acceso a espacios recreativos infantiles (toboganes, columpios, etc,), ni tampoco a instalaciones deportivas. Una de las normas más importante es la de “mantener una distancia interpersonal con terceros de aproximadamente dos metros”. 

“Es importante que las salidas –dice la Guía—se realicen siguiendo las indicaciones y cumpliendo las medidas de prevención con el objetivo de responder al derecho de protección de la salud, la mejora del bienestar y el desarrollo de la población infantil se haga con la seguridad necesaria para que no repercuta negativamente en la evolución de la pandemia. Según el último conteo oficial, España suma 207.634 contagios y 23.190 muertes. 

Pedro (9) y Sofía (8) también salieron por las calles de San Sebastián de los Reyes, una localidad que tiene 87 mil habitantes. Eligieron las bicicletas para este primer paseo. Los dos llevan puestos unos barbijos. Juan, el padre, camina detrás y disfruta de cada mueca de sonrisa que hacen sus hijos. En la fila para comprar el pan, Sofía amaga con sentarse en el escalón de un edificio. Su papá le aclara que eso está prohibido, que “no pueden tocar nada”. “Claro, tenemos que respetar las normas para que el virus se vaya”, dice ella.

Dos metros más adelante, una nena de unos diez años reflexiona con su papá tras los primeros minutos del paseo. Dice que está “contenta”, que “quiere salir de nuevo mañana”, pero que “se siente un poco rara fuera de casa”. “Es normal, son muchos días los que pasemos encerrados”, minimiza el padre.    

En la vereda de enfrente, un matrimonio joven camina con sus tres hijos. Los dos más grandes van de la mano del papá. La mamá empuja el cochecito en el que duerme el más pequeño. Un patrullero de la policía detiene su marcha al ver a toda la familia junta. “No pueden salir los dos. La norma permite un adulto responsable para que acompañe a los chicos”, los regaña uno de los uniformados desde la ventanilla. El padre se acerca al móvil, pide perdón y promete regresar “separados” a casa.             

Una escena similar se repite unos metros más adelante con dos familias amigas que no respetan la distancia de dos metros. Se encontraron en el camino y se pusieron a charlar “muy pegados”, según el policía que se acercó para retarlos. “En general el comportamiento está siendo muy bueno. Hay infracciones por descuidos o desconocimiento. El balance es positivo”, dice el efectivo sobre el patrullaje matinal. 

El incumplimiento de las normas establecidas para el paseo con niños podría conllevar sanciones desde 600 euros, según el decreto que lleva la firma del presidente Pedro Sánchez. Como era de esperar, las redes sociales se convirtieron a lo largo del día en el epicentro de las quejas por incumplimientos y aglomeraciones en las calles. Las mismas fotos con gente amontonada se viralizaron durante todo el día con el hastag “#Irresponsables”. La catarsis virtual buscó, como de costumbre, transformar la excepción en regla. Sin embargo, las calles entregaron miles de postales con adultos responsables y niños sonriendo.  

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró que la información recabada por el Gobierno es que padres y chicos "cumplieron las medidas y recomendaciones" en línea con la "muestra de sensatez y la alta responsabilidad de la sociedad durante estas seis semanas".

Adrián y Oscar ya tienen el plan para la salida de este lunes: pasar por los edificios de sus abuelos para que salgan al balcón y poder saludarles.