A las visicitudes que afronta Rosario, entre balaceras y cortes de energía, esta madrugada de martes hubo que agregarle una inusitada lengua de fuego que sorprendió al entorno de la plaza San Martín.

En horas de medianoche, un fuego de origen incierto se elevó entre la ligustrina donde personas en situación de calle arrumban sus colchones y ropas. 

La fogata iluminó el solar, sumido en la oscuridad total por un apagón que había comenzado a media tarde. Acudieron los bomberos y sofocaron las llamas, y la situación no pasó a mayores.

Fue una de las postales de una ciudad incendiada de calor y servicios en crisis.