Avanza en el Concejo un proyecto que establece la obligatoriedad para todos los comercios de ofrecer a los usuarios la posibilidad de realizar ellos mismos las operaciones de cobro con tarjetas de debito o crédito, siempre bajo supervisión. 

La idea es que la manipulación del plástico sea únicamente por parte del titular a fin de proteger a los consumidores y/o usuarios de bienes y servicios de posibles fraudes.

La iniciativa presentada por la edila Julia Irigoitía se argumenta en “el malestar y preocupación por la creciente cantidad de casos de defraudaciones causadas por la manipulación de tarjetas de crédito y débito mediante el uso no autorizado de sus datos” en comercios.

El proyecto plantea que el personal del establecimiento que deba efectuar un cobro por los bienes o servicios brindados tenga la obligatoriedad de ofrecer a los titulares de las tarjetas la posibilidad de manipularlas ellos mismos para la realización de una operación, siempre bajo la supervisión de dicho personal.

En tanto, la iniciativa establece que el dispositivo de cobro deberá estar ubicado en un lugar visible que permita su fácil y cómoda utilización por parte del titular de la tarjeta o contar con un dispositivo inalámbrico que se pueda acercar al cliente/a.