La inseguridad ya no asombra, sólo puede llamar la atención su falta de prudencia o, mejor dicho, su salvajismo. Un robo ocurrido este martes es un ejemplo de ello: plena luz del día, Puerto Norte lleno de gente, y un disparo que por casualidad no dio en nadie.

Dos delincuentes intentaron robarle la camioneta a un joven que acababa de salir de una de las oficinas de la zona a las 14.30 y se encontraba frenado en su Amarok en el semáforo de avenida Francia y Caseros, a una cuadra del Barquito y donde hace apenas unos días levantaron un Destacamento Policial porque se repiten los robos. 

Después de reventarle el vidrio, Sebastián forcejeó con uno de los agresores porque le había puesto un arma en la cabeza, por lo cual el delincuente gatilla pero el tiro dio en un asiento. El otro cómplice le dijo que si no le da la camioneta lo quema y, quizás por intuición, Sebastián puede salir corriendo con la llave de la camioneta en la mano. 

"Cuando saco la llave, uno de los delincuentes me pide que me baje de la camioneta, que se para en ese momento, y cuando pude zafar me baje y salí corriendo". Luego, la corrida por la vida hasta unos 100 metros donde se detiene a observar y puede ver que los delincuentes se iban en el auto y, obviamente, no pudieron llevarse la camioneta. 

Cuando volvió pudo detectar que le habían robado pertenencias. "Volví hasta el lugar donde estaba la camioneta y de ahí me fui hasta el Destacamento, que está a pocos metros. Ya estaba la Policía Motorizada, que no alcanzó a hacer nada, porque todo fue muy rápido, actuaron a cara descubierta y normal".