Al menos 26 niños y mujeres rohingyas que huían de la violencia contra su etnia en Myanmar murieron ahogados al hundirse tres botes en los que trataron de cruzar un río que hace de frontera natural entre ese país y Bangladesh, informaron este jueves autoridades.

El comandante de la Guardia Fronteriza de Bangladesh, teniente coronel Ariful Islam, dijo que los cuerpos de 15 niños y 11 mujeres fueron recuperados de las aguas del río Naf, en la zona de Teknaf, cerca de la sureña ciudad portuaria de Cox's Bazar.

Islam explicó que los al menos tres botes que trasladaban a un número desconocido de integrantes de la etnia musulmana rohingya se hundieron ayer y que no estaba claro si aún había algún desaparecido más por encontrar, informó la cadena CNN.

La semana pasada, un grupo insurgente rohingya lanzó decenas de ataques contra puestos de control policiales en Myanmar, lo que desató enfrentamientos con fuerzas de seguridad que dejaron más de 100 muertos y obligaron a unos 18.000 miembros de la etnia minoritaria a escapar a Bangladesh.

El organismo de la ONU para los refugiados (Acnur) solicitó a Bangladesh que abra sus fronteras a los rohingyas, a los que recibió durante décadas, y adonde habían cruzado ya alrededor de 85.000 miembros desde octubre de 2016, cuando otro ataque de rebeldes desencadenó una fuerte represión.
Sin embargo, Bangladesh sigue obligando a retroceder a los que intentan cruzar la frontera.

Los rohingyas son grupo étnico musulmán del norte del Estado (provincia) de Rakhine, antiguamente Arakán, en el oeste de Myanmar. 

La ONU y Amnistía Internacional han denunciado la discriminación y violencia que desde hace décadas sufre la etnia en Myanmar, y que se agravó en 2013 luego de que tres hombres rohingyas fueran acusados de violar y asesinar a una joven budista.

Grupos budistas lanzaron entonces una ola de ataques de represalia que causó al menos 160 muertos y dejó a unos 120.000 rohingyas confinados en 67 campos de desplazados.

Sobreviven gracias a las raciones que reparte el Programa Mundial de Alimentos y al trabajo de diversas ONG internacionales, que han sufrido los ataques de los budistas extremistas.

El Vaticano anunció esta semana que el papa Francisco visitará Myanmar y Bangladesh en noviembre y diciembre próximos.