La causa por el crimen del inspector César Carmona frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) tuvo una detención sugerente. Uno de los tres detenidos es un sicario que carga y era buscado por el asesinato resonante de un dirigente del sindicato Uatre ocurrido el año pasado. 

Agustín Alfredo “Calamar” Almirón quedó registrado en las cámaras como quien disparó a corta distancia a Mauricio Cordara el 18 de noviembre pasado en la puerta de la casa del exdiputado Pablo Ansaloni en Colón, Buenos Aires, quien en ese momento disputaba la conducción del gremio. 

De hecho, las balas deberían haber ido para Ansaloni, pero no se encontraba en esa ciudad. El sicario había viajado desde Rosario para ejecutar a Ansaloni, pero se equivocó de víctima y le dio al chofer de Ansaloni, quien también tenía un cargo en el sindicato. Hubo dinero para cometer ese crimen político-sindical. 

Almirón estaba prófugo por el asesinato y lo encontraron este fin de semana en una casa del barrio Puente Gallego. De acuerdo a las imágenes de las cámaras de la puerta de la AIC, dos hombres bajan del Citroën C3 cuando estaciona César Carmona. Calamar apuntaría mientras que el otro parece ser el que rompe el vidrio y manotea un morral. El policía intenta desenfundar el arma y es acribillado por ocho tiros: dos en el tórax y seis en las piernas.

Según trascendió su padre es el policía exonerado Germán Almirón, expulsado de la fuerza y juzgado por sus vínculos con bandas delictivas. Se desempeñaba en la División Judiciales de la Policía, que actuaba como brazo ejecutor del juez Juan Carlos Vienna en el marco de la primera causa contra Los Monos, pero luego una escucha lo ubicó planeando matar al propio magistardo.

El móvil aún no está claro. Podría tratarse de un robo ya que Carmona venía de hacer horas extras en una financiera y se supone que en el bolso había dinero. Sólo una suposición que se llena de dudas cuando se piensa porqué, con los antecedentes de los implicados, dispararían diez veces a un policía en la puerta de la AIC, lugar que dos semanas atrás había sido baleado como amenaza.