Tres hombres que estaban detenidos en la seccional 15ª de Policía, en barrio Tiro Suizo, escaparon este martes de madrugada, tras romper unos candados de las puertas enrejadas.

Según las primeras informaciones, los arrestados salieron por la salida de emergencia del establecimiento, con aparente ayuda externa. Hace dos semanas, el comisario de la seccional le había dado licencia a gran parte del personal de la dependencia.

Los fugados son: Juan Carlos G, de 40 años (estaba en prisión preventiva por robo), Juan Antonio C, de 31 años (preventiva desde el 30 de mayo por portación de arma) y Nahuel S. J, de 21 años (detenido por robo calificado y privación ilegítima de la libertad). El Ministerio Público de la Acusación difundió fotografías de los evadidos con el propósito de prevenir a la comunidad y proponer su denuncia.

En este momento, se efectuaban pericias en el lugar, donde ya el año pasado se había registrado una fuga masiva de reclusos. Los prófugos siguen no fueron recapturados.

En noviembre de 2014, 32 detenidos fugaron de esa misma comisaría situada en Sarmiento al 4300. La evasión se había producido cerca de las 13.30, cuando un oficial que se disponía a entregar la comida a los detenidos, alojados en los dos penales de la comisaría, fue herido con una faca, tras lo cual los internos lograron darse a la fuga.

La mayoría de los presos que escaparon hace dos años estaban acusados por robo a mano armada y solo uno tenía una imputación por homicidio. Ninguno de los fugitivos tenía condena.

Una seccional con antecedentes dudosos

Roberto Emilio Martelón, un vendedor ambulante, fue detenido el viernes 11 de diciembre de 2015 en la comisaría 15ª por estar orinando en la vía pública. Un día después, apareció ferozmente golpeado, con un derrame cerebral y un pulmón perforado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. El 26 de diciembre, el hombre de 53 años perdió la vida.

El subcomisario de la dependencia, Pablo Bacli, se presentó en el hogar de Martelón y manifestó que, luego del ingreso a la Comisaría, que había sido normal, y de que fuera revisado a las 2 de la madrugada por el médico policial sin constatar ninguna lesión de importancia (excepto un breve raspón sobre una de sus cejas), Roberto se acostó a dormir en su celda. Con posterioridad son ingresados a esa misma celda dos personas en estado de exaltación que, aparentemente, habrían golpeado al vendedor ambulante.

Según la palabra de este policía el estado de salud de la víctima es recién constatado nuevamente a la mañana siguiente, cuando se lo intenta despertar y él no reacciona. Estas otras supuestas personas son puestas en libertad esa mañana y nadie en la Comisaría puede dar cuenta de haber escuchado ruidos de peleas o gritos proveniente de esta celda. 

Lo dudoso del caso, que aún está siendo investigado, es que el personal de la Comisaría 15 se puso en contacto con la familia para restituir las pertenencias del detenido, lo único que no fue devuelto fue la ropa y el DNI de hombre.