El exfiscal adjunto de Venado Tuerto, Mauro Blanco, fue condenado a tres años de prisión efectiva e inhabilitación para ocupar cargos públicos por seis años. También deberá pagar 400 mil pesos en concepto de costas procesales. Así fue resuelto por el juez Adrián Godoy en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.

El fiscal de Reconquista, Leandro Mai, estuvo a cargo de la investigación. El funcionario del MPA precisó que “Blanco fue condenado como autor de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, revelación de información secreta y allanamiento ilegal”.

En cuanto a la pena impuesta, el fiscal Mai explicó que “el condenado cumplirá los tres años de prisión de forma domiciliaria debido a que padece una enfermedad crónica y a que tiene a su exclusivo cuidado a un hijo menor de edad”.

Los otros

Mauro es el quinto fiscal que cae en poco tiempo. Esta vez fue irregularidades en su trabajo, pero también en casos anteriores hubo corrupción directamente.

En 2017 renunció el fiscal Fernando Rodrigo cuando se le descubrió que había ordenado escuchas ilegales a una ex pareja suya y familiares. En 2020 dimitió el fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, al quedar involucrado en una investigación sobre juego clandestino y nexos de complicidad con el Poder Judicial. Con él cayó también el fiscal Gustavo Ponce Asahad. Estos dos están presos. Y en la misma causa de juego ilegal, la Legislatura destituyó en agosto pasado al fiscal de Reconquista Rodrigo González. 

Tres ilícitos

“Blanco fue condenado por la autoría de tres hechos ilícitos”, informó Mai y puntualizó que “fueron cometidos en 2019”. Precisó el fiscal acusador que “el primero de los ilícitos fue en horas de la noche del martes 26 de noviembre” de ese año y relató que “en ejercicio de sus funciones como fiscal, ordenó requisar un automóvil estacionado en la vía pública y el secuestro de elementos que había dentro del vehículo”. En tal sentido, agregó que “tomó esas decisiones sin que existieran circunstancias previas que hicieran presumir que en ese auto había elementos útiles para una investigación o sin que mediara presunción de que tales objetos provenían de un delito o que iban a ser usados para cometer un ilícito”.

En relación al segundo hecho, Mai sostuvo que “fue cometido el sábado 28 de diciembre de 2019, oportunidad en la que –también en el ejercicio de sus funciones– Blanco reveló información secreta y no cumplió la obligación de todo fiscal de mantener reserva acerca de una investigación en curso”. Asimismo, añadió que “desde el lugar en el que estaba haciendo un allanamiento, llamó a una persona de su entorno –a quien la Justicia Federal investiga por la venta de estupefacientes– y le dio la información acerca de lo que estaba ocurriendo”.

Por último, Mai detalló que “el tercer hecho también fue cometido el 28 de diciembre, alrededor de las 13:30”. Indicó que “revistiendo su cargo de fiscal, realizó un allanamiento ilegal de una vivienda” y agregó que “él mismo ingresó a un inmueble sin cumplir las formalidades prescriptas por el Código Procesal Penal de la provincia, y sin que conste la autorización libre y previamente expresada por quien tenga derecho a oponerse al allanamiento efectuado”.