En la audiencia de este jueves, en la que el juez Gustavo Pérez de Urrechu dictó prisión preventiva por el plazo de ley para los cuatro detenidos por el crimen de Carlos Argüelles, el testigo del caso Alvarado que fue asesinado el pasado lunes, la Fiscalía mostró las evidencias recolectadas. Los investigadores buscaron demostrar que se trató de un asesinato planificado al detalle. 

El fiscal Luis Schiappa Pietra describió: “Dos de los detenidos habían estado el sábado en el taller, preguntaron por un trabajo de pulido para un auto, aunque llegaron caminando”. En el lugar los atendió el hijo de la víctima, que volvió a recibirlos el lunes, dos horas antes de los hechos que desencadenaron la muerte de Argüelles. 

Los detenidos volvieron al lugar en una segunda oportunidad. Ya tenían el vehículo, pero no estaba la víctima. Finalmente dieron con él en una tercera ocasión, después de las 16. Quien luego sería asesinado fue hasta la vereda para ver el VW Fox.  Es entonces cuando le disparan, al pecho y al abdomen. “A quien se ve disparar es a Lautaro Arena. La familia de Argüelles cuando los ve sacar un arma, entra a su casa a llamar a la Fiscalía. Ellos ya habían recibido otros atentados y estaban alertas”, se detalló en la audiencia.

Para los abogados defensores, no estaba probada la participación de uno de los detenidos, porque no se lo describe bajando del auto en el taller, sino que “sólo estaba en el vehículo al momento de ser detenido”. Y pidieron además una morigeración de la prisión preventiva, que el juez no aceptó.

Pérez de Urrechu habló de cuatro secuencias, aceptando una planificación previa y analizando también los hechos posteriores al crimen, con la posibilidad de una flagrancia que evitaron las fuerzas de seguridad al perseguir a los responsables del asesinato. Planteó: “Uno de los detenidos se cambia la remera. Puede haber ocurrido algún otra actitud antes de ser detenidos, que se deberá investigar. Lo que está claro es que hubo logística. Y que estamos hablando de personas que no son profesionales, que pueden ser utilizados por este tipo de organizaciones. Que pueden servir para protagonizar verdaderas cacerías humanas. Hablamos de organizaciones con estructura y manejo de información. Con respecto a los hechos, hasta se encontró una bomba molotov dentro del vehículo".

El fiscal Matías Edery, había mencionado antes: "Hay que entender quién es Carlos Argüelles, para comprender que este es el final de una zaga. Fue una persona imputada en la causa Alvarado, como integrante de una asociación ilícita. El señor Argüelles solicita dar una declaración y en ese marco vincula con varios homicidios al señor Alvarado". A partir de allí, vendrían varios intentos de asesinato frustrados contra el testigo arrepentido, que finalmente se consumó este lunes. 

Por su parte el juez aceptó esta teoría y respondió también respecto a la existencia de bandas criminales con accionar fuera de la cárcel: "Lo que pasa en los pabellones tiene su impacto en la calle. Hay una comunicación que se da desde la cárcel hacia lo que pasa afuera. Las visitas son fundamentales en esto. Nosotros estamos alojando detenidos en las unidades penitenciarias y desde allí se está gerenciando el delito. Las personas que los cometen afuera son fungibles, cambiables, que en principio no despiertan sospechas. Podrían decir hoy que estamos buscando chivos expiatorios por la conflictiva que hay, pero no es así: me manejo con elementos y testimonios serios que trajo la Fiscalía".